Valladolid respira balonmano por los cuatro costados. Y el próximo año, con el ascenso del Aula Cultural y la más que probable salvación del Cuatro Rayas, volverá a contar con dos equipos en la elite masculina y femenina casi tres décadas más tarde.

El conjunto de Pajarillos ha obrado un auténtico milagro con un conjunto joven aunque sobradamente preparado. Bajo la batuta de Miguel Ángel Peñas (que ayer ya estaba en Guadalajara, como segundo entrenador de la selección junior, con Celia López y Amaia González para preparar la fase clasificatoria para el Campeonato de Europa de Dinamarca 2013), el Aula se convirtió el domingo en nuevo equipo de la División de Honor, máxima categoría del balonmano nacional femenino.

Además, logró el ascenso en casa, en un abarrotado Miriam Blasco, y por la puerta grande, con tres triunfos ante Adesal La Fuensanta, Castellón y Asisa Málaga. Las vallisoletanas lo celebraron sobre la pista y luego en la ciudad, con baño incluido en la fuente de la Plaza Zorrilla. El hito lo merecía.Desde la época del Universitario de Blanca Martín Calero y Paloma Arranz, entre otras, de principios de los 90, Valladolid no tenía un club en la elite femenina.

Al éxito del Aula Cultural hay que sumar la casi permanencia matemática del Cuatro Rayas tras su empate en León.

Los dirigidos por Juan Carlos Pastor necesitaban ganar al Reale Ademar o que el Academia Octavio perdiese esta jornada para certificar la salvación. Lo primero estuvo cerca, pero el conjunto leonés empató al final tras ir perdiendo 19-22 a falta de dos minutos. Lo segundo parecía más sencillo, pero los vigueses ganaron en Aranda y dan emoción al final liguero.

A falta de dos jornadas, los pucelanos tienen 3 puntos de renta sobre el Academia Octavio y el Cangas, y dos sobre el Quabit Guadalajara. Un empate en Cangas el próximo sábado le daría la salvación. O bien un empate de Octavio en uno de sus dos partidos (Cuenca y Huesca) o que Guadalajara no sume más de un punto ante BM Aragón y Barcelona.