La FEMP propone que los pueblos pequeños tengan una biblioteca

D.V.
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El Compromiso de Urueña recoge que los gobiernos locales precisan disponer de la financiación "suficiente" y "adecuada" para garantizar la viabilidad de los espacios culturales

Urueña acoge acoge la I jornada de 'Lectura en el Medio Rural

 

El secretario general de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) aprovechó su intervención en la jornada 'La Lectura en el Mundo Rural' que tuvo lugar hoy en Urueña (Valladolid) para reclamar la reforma de la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local (LRBRL) para garantizar bibliotecas municipales en todos los municipios de más de 500 habitantes. El acto también sirvió para reivindicar el papel de los bibliobuses, la cultura y la creación cultural como derecho y la necesidad de políticas "de unidad y a largo plazo" para combatir el reto demográfico. Son algunas de las propuestas recogidas en el Compromiso de Urueña, un documento abierto a aportaciones de los participantes que insta a trabajar por la cultura como derecho.

El Compromiso de Urueña sobre la lectura en el medio rural, que será presentado en el IV Congreso Nacional sobre Despoblación y Reto Demográfico, que tendrá lugar el próximo mes de febrero en Albacete, recogió la necesaria ampliación de la obligación de los poderes públicos de dotar de biblioteca pública a todos los municipios, también en los pequeños y dispersos en el  territorio. El escrito señaló que más del 96 por ciento de las bibliotecas públicas en España es municipal y que la mayor parte de los 8.131 municipios existentes en España ofrece servicio de biblioteca pública, pese a que muchos por debajo del umbral de los 5.000 habitantes en el que la actual LRBRL establece esta obligación. "Es necesario universalizar las bibliotecas públicas en España y dotarlas de recursos presupuestarios que garanticen su viabilidad. Los gobiernos locales precisan disponer de la financiación suficiente y adecuada a este fin", añadió.

Este primer documento destacó los compromisos como el trabajo porque se respete la lectura como derecho y reivindicó las bibliotecas como servicios públicos de "proximidad", "universales" y "gratuitos" y los bibliobuses como la opción para llegar donde no pueda establecerse una biblioteca. 

Casares subrayó el compromiso de la FEMP con el impulso de políticas culturales para "todos" los ayuntamientos y precisó que la cultura es un elemento "esencial" para la dinamización de territorios.

La jornada se completó con dos mesas de diálogo en las que participaron representantes de administraciones y entidades junto a bibliotecarios y creadores. En la primera de ellas, titulada 'Políticas de lectura para el medio rural', se abogó por políticas estables y sostenibles, no sólo públicas, en el ámbito de la lectura; la continuidad en la financiación y en la planificación; una mejor alianza entre administraciones; y la formación continuada y dignificación de los bibliotecarios.

La segunda mesa, 'El futuro de la lectura', se incidió en el "imprescindible" papel de los municipios, donde las bibliotecas son el "gran recurso", y en la necesidad de apoyar a los escritores "para que se les conozca y puedan ser leídos". También, tras insistir en el "poder transformador de la lectura", se apostó porque el libro se convierta en un "espacio de diálogo y convivencia".