Alen Peternac continúa siendo historia viva del Real Valladolid. Su nombre siempre quedará para el recuerdo de los aficionados blanquivioletas. Por sus 5 goles en el Carlos Tartiere, por sus 55 acumulados en sus cinco campañas en la entidad. Por su carisma. Y porque, pese a haber pasado ya 17 años desde su salida, pocos no saben quién es. 

Pero, por si acaso... croata, de Zagreb de nacimiento, llegó a Valladolid con 23 años, después de seis temporadas en el Dinamo Zagreb, donde logró una Liga y una Copa del Rey; las dos últimas cedido en el Segesta Sisak.

Su llegada a Valladolid fue casi sin hacer ruido. A prueba, en el verano de 1995, en el que no se sabía si el club blanquivioleta jugaría en Primera o en Segunda, después del descenso deportivo. Cedo Jovicevic, segundo de Rafa Benítez, le recomendó. Y él respondió. Venía en forma tras hacer la pretemporada en el Dinamo y en un año convulso anotó 23 dianas (incluidas las 5 en Oviedo que valieron media salvación).

En sus cinco campañas en Valladolid hizo 55 goles. Y eso que en la últimas apenas jugó (solo 469 minutos en 11 partidos) por aquello de que parecía que su salida era un hecho. En la primera anotó 23 dianas; en la segunda, víctima de las lesiones (una de ellas, tras una entrada dura de Roberto Carlos), 6; y en las dos siguientes, 13 en cada una de ellas. En la última solo ‘mojó’ en la Copa del Rey.

Tras esos años en Valladolid se fue al Real Zaragoza, donde ya no tuvo la misma continuidad, saliendo cedido al Real Murcia en Segunda para volver al cuadro maño, donde se retiró en octubre de 2003.

Jugó la Copa de la UEFA con pucelanos y zaragozanos, y fue dos veces internacional absoluto con Croacia, a la que ahora ve desde Zagreb en el Mundial: «Una pena que España quedase eliminada porque si no el cruce sería con nosotros que, eso sí, pasamos sufriendo ante Dinamarca».

Peternac se encuentra ahora en las playas de Zadar, en su país natal, aunque en unos días se embarcará en un nuevo destino.

Tras su retirada se fue a vivir una temporada a Marbella, para pasar a ayudar a Zoran Vekic como representante de futbolistas, una faceta que casi ha dejado aunque sigue colaborando y asesorando a alguno de ellos. Pero pronto regresó a casa, a Croacia, donde tiene una pequeña empresa de alquiler de barcos, catamaranes, veleros... «Estoy unido con un amigo y tenemos 60 embarcaciones», señala, añadiendo que entre sus clientes hay gente conocida como el portugués Luis Figo.

Pero Peternac no se ha olvidado del fútbol. Este año ha seguido con mucho interés la Segunda, con la posibilidad de ascenso de dos de los equipos en los que jugó en España, Valladolid y Zaragoza. En Pucela dejó a muchos amigos, la mayoría de fuera del fútbol, aunque sigue manteniendo relaciones con gente como Alberto Marcos, Víctor... «Hace unas semanas estuvo por aquí Marcos Fernández y estuvimos hablando», añade, aunque su última visita a Valladolid es de hace un año.

El pasado mes de marzo regresó a los terrenos de juego, como segundo entrenador del filial del Dinamo Zagreb, ayudando a Igor Jovicevic, hijo de Cedo, quien le llevó a Valladolid. Y en unos días arrancará una nueva aventura en el campeón de la Liga y de la Copa de Emiratos Árabes Unidos, el Al-Ain: «Estaré de segundo de Zoran Mamin, del que soy amigo desde la infancia».

Peternac sabe que en Valladolid sigue siendo una persona querida: «Gusta saberlo, aunque en mi etapa hubo muchos buenos futbolistas, como Víctor, que creo que se quedó a pocos goles de mi cifra en Primera». Y le encanta volver de vez en cuando. Ahora con el ascenso lo tiene claro: «Espero estar en algún partido. Intentaré escaparme».