El concejal de Urbanismo, Manuel Saravia, defendió ayer en el debate sobre la redacción del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se celebró en el Ayuntamiento de Valladolid, el «urbanismo de género» como criterio para marcar el «reparto del viario público» entre coches y peatones al 50 por ciento, así como la inclusión de la perspectiva de «la última ciudadana». Un debate en el que se abordaron otros temas como el modelo de ciudad, en el que se propone un «límite del suelo urbanizable» y un fortalecimiento del «modelo policéntrico».

Términos que, según el presidente del Grupo Municipal Popular -presente también en el debate celebrado en el Consistorio- entrañan «contradicciones». Para Bermejo, esos y otros como los del «urbanismo de género» son términos son «caducos», por lo que Saravia accedió a hacer cambios en ese sentido.

El concejal de Urbanismo explicó que lo que se busca es que la ciudad «no se disperse» en el territorio y que la actividad «no se concentre en un único punto» sino que se distribuyan los centros de la ciudad. Asimismo, el edil reconoció que este «nuevo» PGOU contiene «muchas cosas» que incluía el de 2013.

En cuanto al impulso de medidas urbanísticas como el ‘Smart City’ este plan contempla la «incorporación racional» de este tipo de tecnologías puesto que «es preferible que la ciudad crezca», según indicó Saravia al ser preguntado por el propio presidente del Grupo Popular.
Además, una de las técnicos del PGOU, Irene Serrano, defendió la «eliminación de las zonas homogéneas» y argumentó cinco razones para realizarlo. Así, indicó que por criterios «jurídicos, técnicos, demográficos, ambientales y judiciales» hay que «levantar estas zonas».

Vivienda protegida. La técnico también apuntó que «conviene urbanizar» las parcelas que son propiedad del Ayuntamiento para construir «vivienda protegida» sin perder la titularidad pública de las mismas. De este modo, Serrano propuso «hacer vivienda que sería muy barata» a disposición de «casos contados» en régimen de alquiler. Asimismo, planteó «dibujar» proyectos como el «anillo o cinturón verde» de cara al futuro, con el objetivo de pensar «más allá de la ciudad» y acudir «con ideas» a la elaboración de los Planes Generales de Urbanismo.

El debate se realizó en el Salón de Recepciones del Consistorio con las luces apagadas para «no hacer un gasto energético excesivo», según explicó el propio Manuel Saravia.