La Policía Local ha detenido esta madrugada a un hombre de 45 años (identificado por las iniciales W.E.C.Z.) acusado de un delito de atentado a agentes de la autoridad y otro contra la seguridad vial, después de que fuera sorprendido dormido al volante, tras protagonizar un accidente y de que, en la posterior prueba de alcoholemia arrojara una tasa positiva, triplicando la máxima permitida.

Los hechos ocurrieron minutos antes de las 0.20 horas de la madrugada del miércoles al jueves en la calle Cardenal Cisneros, en el barrio de La Rondilla. Un testigo alertó a la Sala 091-092 de que un vehículo se había chocado contra otro que había estacionado y que el conductor aún estaba dentro. En efecto, cuando llegó la patrulla se encontró con un coche empotrado, aún con el motor en marcha y las luces encendidas, según detallan fuentes de la Policía Local.

AGRESIÓN CON LA PUERTA

El conductor estaba al volante, pero dormido, tanto que a los agentes les costó despertarle con sus golpecitos a la ventanilla. Cuando lo lograron el conductor se negó a salir en un primer momento y cuando al final se decidió a hacerlo, lo hizo "de malas formas, abriendo con fuerza y de forma repentina la puerta con intención clara de golpear a los agentes", explican las mismas fuentes, que apuntan que llegó a golpear en la cara a uno de ellos con la puerta, por lo que fue arrestado por un delito de atentado a agentes de la autoridad.

Tras ello, fue trasladado a un centro médico para ser atendido, donde se le practicó la prueba de alcoholemia y arrojó una tasa de más del triple de lo permitido (0,80), motivo por el que también se le acusa de un delito contra la seguridad vial.