Las terrazas de Esguevillas, la cara visible de la fase 1

Ical
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Los dos bares de la pequeña localidad vallisoletana se adaptan a la nueva realidad y celebran su reapertura

El bar La Carretera abrió su terraza en Esguevillas - Foto: Ical

Son poco más de las diez de la mañana y la monotonía de las últimas semanas se ha roto en Esguevillas de Esgueva. José Antonio y su hijo, metro y bayeta en mano, se afanan en montar la terraza del bar La Carrera. Hace dos meses que abrieron por última vez y además de reponer género y realizar algunas reparaciones, también hay que prepararse para la nueva situación, ya que, de momento, los clientes no podrán entrar en el interior del establecimiento.

 

Mientras colocan pequeñas carpas, llegan los dos primeros, Serafín y Antonio, dos viejos amigos que no han dudado en tomarse un café para celebrar el estreno del pueblo en la fase 1. “No sé muy bien qué es lo que podemos hacer a partir de ahora, pero después de tanto confinamiento salir al bar y echar una charla con los vecinos es una bendición”, reconoce Serafín.

 

Poco a poco, la cosa se anima y hasta media docena de clientes se reparten por las ocho mesas de la terraza. “Ahora soy consciente de que no es rentable tener abierto el bar, pero aunque sea como una especie de servicio social, creo que es mi obligación”, asegura José Antonio, a la vez que agradece al Ayuntamiento y a todo el pueblo que se haya cortado al tráfico la calle para poder montar la terraza.

Con sorpresa y con alegría, Concha observa la estampa desde la puerta de su casa y recalca que la apertura de los bares es una especie de premio “por lo bien que nos hemos portado todos”. Además, tiene claro que lo fundamental es seguir “obedeciendo y cumpliendo las medidas se seguridad”.

 

A pesar de la alegría por este nuevo paso hacia la vida antes de la pandemia del covid-19, una de las preocupaciones de los vecinos de Esguevillas son los efectos de la posible llegada al pueblo de la gente que vive en Valladolid y que tiene casa aquí. Concha reconoce que son “como sentimientos enfrentados”. Por un lado estoy deseando poder ver a mis sobrinos, pero por otro la llegada de gente al pueblo me genera incertidumbre. Yo creo que lo importante es el sentido común y pensar un poco en los demás”.

 

Mientras se despide de José Antonio y del resto de clientes, Concha enfila rápida por la calle de la Esgueva hasta la plaza Mayor. Allí saluda a Renata, que también comienza a preparar la terraza de su bar, mientras, unos metros más abajo, guarda paciente su vez para ser atendida en la tienda de ultramarinos. “Sólo podemos pasar de uno en uno”, recalca.

 

Por su parte, Renata confiesa que después de los últimos dos meses, hoy es un día “especial, con un cierto sabor a fiesta”, aunque, al igual que José Antonio, reconoce que con las medidas de seguridad y distanciamiento y sin la posibilidad de que los fines de semana puedan venir las personas que tiene una segunda residencia en el pueblo, “es mejor no hablar de rentabilidad”.

 

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A pesar de este paso, la normalidad en Esguevillas de Esgueva tardará en llegar. De momento, y según confirmaba su alcaldesa, Rosana Alba, las fiestas del próximo 1 de junio, en honor de San Vicente Ferrer, incluida la tradicional romería, se han trasladado a mediados de septiembre, con el fin de poder celebrarlas con mayor normalidad.

 

“Algunos dice que lo que nos ha protegido es la buena agua del Esgueva”, bromea Rosana, a la vez que recalca la disciplina a la hora de cumplir las recomendaciones de sus vecinos. A pesar de que el 80 por ciento de los algo menos de 250 vecinos son población de riesgo por su elevada edad, la regidora tiene claro que el virus no se marchará tan fácil y que “tenemos que aprender a convivir con él, algo que estoy convencida de que se puede hacer si en todo momento seguimos las recomendaciones sanitarias”.

 

La zona básica de salud de Esguevillas de Esgueva, que agrupa a trece municipios -Amusquillo, Canillas de Esgueva, Castrillo-Tejeriego, Castroverde de Cerrato, Encinas de Esgueva, Esguevillas de Esgueva, Fombellida, Olmos de Esgueva, Piña de Esgueva, Torre de Esgueva, Villaco, Villafuerte y Villanueva de los Infantes- que en total suman unos 1.800 habitantes, es una de tres zonas de salud de la provincia de Valladolid, junto con las de Alaejos y Mayorga, y de las 26 en toda Castilla y León, que hoy entraron la fase uno de la desescalada.