Fallece el cardenal arzobispo riosecano Carlos Amigo

D.V.
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El vallisoletano, cardenal arzobispo emérito de Sevilla, había sido intervenido quirúrgicamente en los pulmones el pasado lunes, 25 de abril, como consecuencia de una dolencia que se sumó a la operación de cadera que se le realizó el 23 de febrero

El cardenal arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo. - Foto: ARCHIDIOCESIS DE SEVILLA

El cardenal arzobispo emérito de Sevilla, el riosecano Carlos Amigo Vallejo, ha fallecido este miércoles a los 87 años como consecuencia de una insuficiencia cardiaca tras haber empeorado su estado de salud días después de haberse sometido a una intervención quirúrgica en los pulmones.

Así lo han confirmado fuentes oficiales del Arzobispado de Sevilla a Europa Press. El actual arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, había informado esta mañana a través de su perfil de Twitter del empeoramiento del estado de salud de Carlos Amigo Vallejo.

El vallisoletano fue intervenido quirúrgicamente en los pulmones el pasado lunes 25 de abril, como consecuencia de una dolencia que se sumó a la operación de cadera que se le realizó el 23 de febrero, tras la caída sufrida en la Misa que se celebró en la Catedral de la Almudena en conmemoración del XXV aniversario de la ordenación del cardenal Osoro.

Carlos Amigo Vallejo nació en Medina de Rioseco el 23 de agosto de 1934. Inició sus estudios de Medicina en la Facultad de Valladolid, que pronto abandonó para ingresar en el noviciado de la Orden de Hermanos Menores franciscanos. Se ordenó sacerdote y, en Roma, cursó estudios de Filosofía.

Destinado a Madrid, compaginó los estudios de Psicología en la Universidad central con el profesorado en centros de educación especial. Impartió clases de Filosofía de la Ciencia y de Antropología.  En 1970 fue nombrado provincial de la Provincia Franciscana de Santiago, y el 17 de diciembre de 1973, arzobispo de Tánger.

En febrero de 1976, en Trípoli (Libia), participó, como miembro de la delegación de la Santa Sede, en el Seminario de diálogo Islamo-Cristiano, patrocinado por el Secretariado Pontificio para los no cristianos y la República Árabe de Libia. Un año más tarde, asistió al Sínodo de los Obispos como delegado de los obispos de la Conferencia Episcopal del Norte de África.

El 22 de mayo de 1982 fue nombrado arzobispo de Sevilla. En octubre de 1983 asistió al Sínodo de los Obispos como miembro designado por el Papa, y en 1984 fue nombrado presidente de la Comisión Episcopal para el V Centenario de la Evangelización de América.

Era miembro de las Academias de Buenas Letras, Medicina y Bellas Artes de Sevilla, y participó en numerosos congresos y semanas de estudio. Era arzobispo emérito de Sevilla desde el 5 de noviembre de 2009.

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