Pezzolano se juega su crédito

M.B.
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El Real Valladolid no gana desde el 9 de diciembre, acumulando cinco derrotas, con la eliminación copera, en dos meses. El técnico uruguayo ha defenestrado a varios futbolistas

El entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano. - Foto: Luis López Araico

Paulo Pezzolano se jugará algo más que tres puntos este domingo en Elche. El técnico uruguayo ya superó un momento delicado en el arranque de la temporada y ahora vive una segunda crisis deportiva y de resultados, que ha llevado al Real Valladolid a pasar de luchar por el liderato a incluso salir de los puestos de playoff de ascenso. Todo tras enganchar tres derrotas consecutivas, las tres sin lograr marcar un gol; y de solo sumar un triunfo en los dos últimos meses, encajando cuatro derrotas, a las que hay que añadir la eliminación en la Copa del Rey.

El entrenador de los blanquivioleta no ha sido capaz de mantener la intensidad física de los suyos, una de las claves de sus resultados entre septiembre y noviembre, llegando agotados al final de la primera vuelta; y ha visto cómo arrancaron la segunda con muchas dudas, en el juego y en sus propias virtudes. 

A lo largo de la temporada, Pezzolano ha apostado casi por los mismos hombres, defenestrando a otros, algo que ha ido minando a los que menos juegan y que no permite rotaciones para que los que sí lo hacen tengan descanso y piernas frescas. 

Cédric pasó de ser el salvador en las primeras jornadas a no contar ni en las citaciones y ya ser miembro de nuevo miembro del Promesas; Jony Montiel llegó al Pucela como uno de los mejores de la categoría el pasado curso y aquí apenas ha jugado –unas declaraciones suyas en la previa del encuentro ante el Levante acabaron por dejarle en el ostracismo y este mercado lo normal es que salga–; César de la Hoz fue otra de las incorporaciones llamadas a ser importantes, por su veteranía y sus 170 partidos en Segunda (más 25 en Primera), pero aquí apenas ha tenido oportunidades; Meseguer también acumulaba muchos minutos en la categoría de plata, aunque no ha contado con la confianza del míster; Aceves tuvo que salir en verano en busca de minutos, como le ocurrió a Asenjo; John Victor y Gustavo Henrique, dos de los fichajes del club, ya no están en Valladolid al ser relegados al banquillo; Tunde y Quintana aparecen y desaparecen;Sergio León se fue al verse de suplente cuando no había delanteros en el arranque liguero; Garri empezó en el primer equipo y, antes de lesionarse, tampoco contaba; Salazar no tuvo minutos en Burgos pese a la necesidad de goles...  

A ello se une el runrún que sobrevuela Zorrilla desde verano, con muchas dudas de la afición hacia el proyecto, al mantener al mismo entrenador que llevó al descenso –no hay que olvidar que cuando Pezzolano relevó a Pacheta, el Real Valladolid no estaba en descenso–. 

A todo lo anterior tampoco ayuda que el míster haya contado con ofertas de otros clubes. Y se haya conocido. Primero, en verano, tuvo una procedente del Vasco da Gama. Y ahora, hace una semana, la del Sao Paulo. «Estoy muy feliz de que haya algún equipo interesado en nosotros. Es una realidad que salió en todos los lados, pero yo estoy aquí en el Real Valladolid», reconoció la pasada semana sobre la última, añadiendo que estaba comprometido con el proyecto.

Un proyecto que cambiará este mes si finalmente el club puede ir al mercado. Pero que tiene a su entrenador cuestionado de puertas afuera y con dudas de puertas adentro.

Porque los resultados mandan. Y el Real Valladolid de Pezzolano acumula ya 9 derrotas, las mismas que sumó Pacheta en todo el curso el último año del ascenso (con Luis César y Sergio se sumaron 13). Cuatro de ellas han llegado en las cinco últimas jornadas, tres a domicilio (Levante, Villarreal B y Burgos) y una en casa (Racing de Ferrol). Además, con 25 goles, el Pucela es el que menos marca de los 9 primeros (undécimo de toda la Liga). Y hay ocho que reciben menos dianas que los blanquivioleta, que tienen en contra 24 tantos.

Por eso, Pezzolano se jugará parte de su crédito este domingo en el Martínez Valero, en el campo de otro de los descendidos, que tampoco está para 'tirar cohetes'. De hecho, los ilicitanos, que tienen a dos ex del Pucela, Óscar Plano (lesionado) y Sergio León (sin muchos minutos), están por debajo en la clasificación, con dos puntos menos.

Una victoria apaciguaría los ánimos, permitiría coger aire y mirar al mercado de fichajes en su última semana con otros ojos. Un empate, alargaría la agonía. Y una derrota sería el caldo perfecto para que volviesen los gritos en contra del entrenador en Zorrilla.