La actividad quirúrgica apenas mejoró en 2022

Óscar Fraile
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Los hospitales realizaron el año pasado 74.639 intervenciones, solo 160 más que en 2021, pese a las peonadas, y el Río Hortega todavía no ha alcanzado el nivel previo a la crisis

Intervención quirúrgica en un hospital de Valladolid. - Foto: Ical

La actividad quirúrgica fue una de las grandes damnificadas de la pandemia. Durante la época más complicada, los hospitales se vieron obligados a cerrar los quirófanos, aplazar las intervenciones y realizar solo las que eran más urgentes, con el impacto que eso tuvo para las listas de espera. En noviembre de 2020, ocho meses después del inicio de la crisis sanitaria, Clínico, Río Hortega y Hospital de Medina del Campo tenían clausurados 15 de los 43 quirófanos que suman entre todos. Y a principio de 2021, ya solo había cinco abiertos.

La recuperación de la actividad ha sido progresiva. Y nada sencilla, teniendo en cuenta todas las intervenciones que se han tenido que retrasar. Así, desde la Consejería de Sanidad se han puesto en marcha medidas como los conciertos con las empresas privadas y otras menos habituales, las conocidas como peonadas, que consisten en abrir los quirófanos a la actividad vespertina, de forma voluntaria para los sanitarios y con una retribución extra. Una medida que también se ha tomado para las consultas externas y que forma parte de un plan de choque para reducir las listas de espera.

Sanidad lo anunció a mediados del año pasado para los quirófanos y lo ha ido prorrogando hasta la actualidad. Los tres hospitales de la red pública de Valladolid, Clínico, Río Hortega y el de Medina del Campo, realizaron en 2019, antes de la pandemia, 78.022 intervenciones, una cifra que cayó casi un 30% en el primer año de la crisis, para quedarse en 55.475. En 2021 ya se notó una importante recuperación para llegar a las 74.479 operaciones, y el año pasado se siguió con la misma tendencia alcista, pero bien es cierto que, de forma mucho más moderada, ya que solo se sumaron 160 operaciones más, hasta las 74.639. Son un 34% más que en el primer año de la pandemia, pero un 4,4% menos que antes de la crisis, según los datos recogidos en los informe Actividad Asistencial en Atención Primaria y Especializada que anualmente publica la Consejería de Sanidad. A la espera de los resultados de 2023, que se prevé que reflejen con mayor contundencia estas peonadas, el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, ya avanzó el pasado mes de noviembre en Burgos que la actividad se está consolidando: «Estamos ya muy próximos al rendimiento quirúrgico y tenemos más consultas externas que las que realizábamos en el año 2019». Además, defendió estas peonadas, pese a reconocer que «no es una práctica óptima», porque «es obligación del Servicio de Salud utilizar todos los medios a su alcance para intentar paliar lo posible estos problemas», dijo en referencia a las listas de espera.

El hospital de Medina y, sobre todo, el Río Hortega, han sido los motores del pequeño incremento de la actividad quirúrgica del año pasado, que viene a consolidar la tendencia de 2021. Así, los cuatro quirófanos del primero pasaron de hacer 4.507 operaciones el primer año de la pandemia a 5.174 en 2021 y 5.873 el año pasado. Por su parte, los 16 que hay en el Río Hortega hicieron 17.481 intervenciones en 2020 y 20.537 y 23.944 en los dos años siguientes. Unos incrementos que compensan y contrastan con el descenso que registró el Clínico, de 48.768 a 44.822 operaciones, entre 2021 y 2022.

A diferencia del Clínico, el Río Hortega todavía no ha sido capaz de recuperar el ritmo de actividad quirúrgica de antes de la pandemia. La menor disponibilidad de anestesistas por traslados y por la dificultad de cubrir esas plazas (hasta cinco profesionales menos) ha ralentizado la recuperación. Un problema que se suma a la falta de profesionales en otras especialidades. Fuentes sanitarias señalan que cada anestesista menos puede suponer unas 600  operaciones menos al año.

Por otro lado, el Clínico fue el que registró el año pasado el mayor volumen de intervenciones en Castilla y León por cada mil tarjetas sanitarias individuales asociadas al mismo. Fueron 42,91, por delante de las 33,16 del Complejo Asistencial Universitario de León y las 28,21 del de Burgos.

333 pacientes al mes

Cuando la Consejería hizo pública, a mediados del año pasado, su intención de poner en marcha las peonadas en la actividad quirúrgica, detalló las intervenciones que estaban previstas hacer en cada hospital por la tarde. Así, en el Clínico fueron 160 al mes en las especialidades de cirugía general, traumatología, oftalmología, otorrinolaringología, urología, cirugía vascular, neurocirugía y cirugía pediátrica. En el Río Hortega la media mensual era de 125 pacientes de cirugía general, traumatología, oftalmología, otorrinolaringología, urología, ginecología y cirugía plástica. Por su parte, en el de Medina del Campo se esperaban 48 operaciones al mes en cirugía general, traumatología, otorrinolaringología y urología. En total, 333 pacientes al mes en Valladolid, que representan uno de cada cuatro de la red pública de la Comunidad.

La medida puesta en marcha el año pasado se ha ido prorrogando con la intención de reducir las listas de espera. Así, en mayo de este año el Boletín Oficial de la Comunidad (Bocyl) publicó que Sanidad iba a destinar hasta finales de este año nueve millones más a estas peonadas o 'autoconciertos', de los que siete iban destinados a actividad quirúrgica para jornadas de cuatro horas cada tarde. A finales de verano el propio consejero de Sanidad ya reconoció que el 61% de esos siete millones ya se habían agotado. Cada médico especialista cobra 450 euros por una jornada vespertina de operaciones, una cantidad a la que hay que añadir otros 300 euros para los enfermeros, 110 para los auxiliares de enfermería y 90 para los celadores.

Impacto en lista de espera

El impacto global de este plan de choque en las listas de espera ha sido notable. A mediados del pasado año, justo cuando se pusieron en marcha las peonadas, había 7.685 pacientes en Valladolid esperando a ser operados, 3.360 en el Río Hortega, 3.855 en el Clínico y 470 en Medina del Campo. Pues bien, casi un año y medio después esa cifra ha bajado un 23,3% hasta dejar la cifra de pacientes en espera en 5.906 (datos de finales del tercer trimestre de este año, últimos disponibles). A diferencia de hace un año y medio, ahora es el Río Hortega el que tiene más 'trabajo' acumulado, con 3.023 pacientes, frente a los 2.313 del Clínico. Esta mejoría no es solo fruto de las peonadas, ya que los conciertos con la sanidad privada también han jugado un papel muy importante. No obstante, el propio consejero reconoció recientemente que si el ritmo de recuperación no es mayor es porque actualmente el ritmo de entrada en las listas de espera es mucho más alto que durante la pandemia.