La reforma de la plaza del Caño Argales ha arrancado con el derribo de la estructura que hacía las veces de kiosco y de marquesina de autobús, y que da respuesta a una petición de los vecinos de la zona, aprobada hace año y medio a través de los Presupuestos Participativos y que cuenta con un presupuesto de 285.000 euros.
El objetivo de la obra, según explican fuentes municipales, es hacer de este espacio "un lugar más accesible, amable y útil para los vecinos", toda vez que la 'nueva' plaza contará con distintos espacios para que los vecinos de todas las edades puedan disfrutar, como zonas verdes (más árboles y flores) y una zona infantil, además de recuperar la histórica fuente (de 1878 y que ahora volverá a tener agua) y también los quioscos (el histórico estuvo antes en la Plaza Mayor) y la marquesina de autobús. La reforma incluye también un cambio del pavimento del lugar, modificando el suelo en los recorridos principales que más utilizan los viandantes.