La Fiscalía abre diligencias por el vertido de pellets

Agencias
-

La marea de plásticos comenzó el 8 de diciembre tras la caída de un contenedor de un barco frente a las costas portuguesas y el primer aviso a la Xunta se dio el 13 de ese mismo mes, al llegar parte del material a una playa coruñesa

Millones de bolitas de plástico han llegado a las costas españolas - Foto: MIGUEL VIDAL

La Fiscalía de Medio Ambiente ha abierto diligencias por la marea de pellets de plástico en las costas gallegas y que se extienden a las comunidades del mar Cantábrico, han informado a EFE fuentes jurídicas.

La Unidad Especializada en Medio ambiente de la Fiscalía General ha abierto diligencias de investigación sobre el vertido de pellets tras abrir previamente expediente de seguimiento de la situación el día 4 de enero. El vertido comenzó el 8 de diciembre tras la caída de un contenedor de un barco frente a las costas portuguesas y el primer aviso a la Xunta llegó el 13 de ese mismo mes, al llegar parte del material a una playa de Ribeira (A Coruña), de lo que recibió aviso el 112.

El 20 de diciembre, el Centro de Salvamento Marítimo Finisterre concluyó la investigación y determinó que fue el buque 'Toconao', con bandera de Liberia y armador alemán, quien perdió mil sacos con estas pequeñas bolas de plástico. El caso saltó entonces a las redes sociales, que empezaron a alertar sobre la llegada de estos pellets a las playas gallegas, en especial en la ría de Muros y Noia (A Coruña), desde donde se extendió a los medios de comunicación.

Voluntarios hacen una recogida de pellets de la arenaVoluntarios hacen una recogida de pellets de la arena - Foto: Elena Fernández

En esta situación, la investigación de la Fiscalía avanza mientras partidos como Sumar estudian denunciar a la Xunta ante la Justicia. Ecoloxistas en Acción ha anunciado que el martes presentará en los juzgados de Noia una denuncia contra la naviera propietaria del buque. 

Cantabria activa la fase de preemergencia

El Gobierno de Cantabria ha activado este mediodía la fase de preemergencia del Plan Territorial de Emergencias de Protección Civil (Platercant) ante el avance por la costa del Cantábrico occidental del vertido de microplásticos.

Ante esta circunstancia, el Ejecutivo regional ha activado el Platercant en su fase de seguimiento, coordinación y preparación, que no conlleva la declaración de la emergencia, para hacer una evaluación "exhaustiva" de la situación y de procurar una "mayor coordinación" entre los organismos con competencias en materia medioambiental y de gestión de emergencias.

Agentes de la Dirección General de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria se encuentran desde este lunes por la mañana inspeccionando las playas de la zona occidental de la comunidad autónoma para valorar sobre el terreno el estado de la costa.

El Gobierno insiste en que la Xunta eleve el nivel de alerta

El delegado del Gobierno en Galicia, Pedro Blanco, ha insistido en que la Administración central tienen listos los medios para actuar ante el vertido de pellets plásticos en la costa gallega pero que, para ello, la Xunta debe elevar el nivel de alerta por contaminación.

"Nosotros no podemos entrar en una casa si no nos abren las puertas, esto es una competencia de la Xunta de Galicia y es una competencia que tiene que saber ejercer", ha señalado Pedro Blanco este lunes en Coles (Ourense), donde ha incidido en que el Gobierno "está preparado" para el momento en que la Comunidad autónoma "pulse el botón y eleve el nivel".

"No podemos más que esperar a que la Xunta de Galicia llame. Cuando lo hagan estaremos allí, como no podría ser de otro modo", ha añadido para, a continuación, recordar que la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, mantuvo un encuentro por vía telefónica el domingo con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, para abordar este asunto.

También se ha referido a las declaraciones de la vicepresidenta segunda de la Xunta, Ángeles Vázquez, en las que afirmó que el material fue analizado y "no es ni tóxico ni peligroso", algo que Blanco ha valorado como positivo, pero que no esconde que se trata de "un problema para el medio ambiente" que, además, "puede entrar dentro de la cadena alimenticia".