Ya esta aquí. El espíritu navideño inunda la capital desde el pasado anochecer.El cielo vallisoletano brilla más si cabe. Y el alumbrado sumergirá a la ciudad en este ambiente de buenos deseos personales y comerciales durante los próximos cuarenta días. La primera impresión, por segundo año consecutivo, se la llevaron anoche los ciudadanos que transitaban por la calle Santiago dado que la iluminación estrellada que ocupa uno y otro lado de la vía, creando incluso un cielo inundado de estrellas navideñas, ya metieron en ambiente a las miles de personas que se dieron cita por el centro a estrenar la Navidad.

La Plaza Mayor vuelve a ser el epicentro de las celebraciones navideñas, con la instalación del tradicional Portalde Belén, el Árbol de los Deseos, el tren y pueblo navideño, el trineo o la caseta de productos típicos, junto al carrusel de época que en su regreso -ayer- volvió a acaparar las mayores colas y atención de los más pequeños. A pocos metros, la plaza de Zorrilla, donde ayer también abrieron las casetas de venta de productos típicos, belenes y bromas, junto a la pista de hielo, que este año adelanta su apertura y además plantea sesiones hasta la madrugada en una carpa más grande de 500 metros cuadrados.

La puesta en marcha de los carruseles también ha llegado a los barrios, que estarán abiertos hasta mediados de enero de 2016. Y, entre vuelta y vuelta de los niños, ayer también se registró mucho ambiente comercial, de compras navideñas previas y enmarcadas en esta ocasión en la herencia norteamericana del ‘Black Friday’. El propio alcalde, Óscar Puente, apuntó que la Navidad «es uno de los periodos más importantes para el comercio y la hostelería»,.