Veintiún BIC de la provincia están abandonados y en mal estado por la falta de fondos para su rehabilitación

R. GRIS
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Estos monumentos de especial relevancia cultural y arquitectónica «llevan años» en estado «lamentable» · No todos pertenecen a la administración, sino que algunos son privados

El Castillo de Mucientes es otro de los BIC deteriorados.

La situación económica actual está haciendo un flaco favor al patrimonio de la provincia. La falta de recursos por parte de las administraciones está ocasionando que muchos monumentos y Bienes de Interés Cultural (BIC) de la provincia estén sufriendo un continuo desgaste. Tanto es así que 21 monumentos de la provincia se encuentran en unas condiciones «lamentables» y 14 de ellos están inscritos en la ‘lista roja’ de patrimonio de Hispania Nostra. Se trata de monumentos de especial relevancia cultural y arquitectónica que, en muchas ocasiones, llevan años en una situación lamentable.    

Además, la crisis está haciendo que el número de momentos con problemas de desaparición no esté descendiendo con el paso de los años, sino que esta cifra está aumentado en la provincia. Tanto es así que durante el año 2010 eran once los edificios con problemas, mientras que este año este número ha ascendido hasta los 21. El presidente de la asociación Ciudadanos por la Defensa del Patrimonio de Valladolid, Miguel Ángel García, señaló que la crisis está haciendo «mucho daño» debido a la inexistencia de una conciencia de conservación del patrimonio en la provincia.

La ‘lista roja’ del patrimonio vallisoletana está compuesta por la Cartuja de Santa María de Aniago, en Villanueva del Duero; el Castillo de Mota del Marqués; Castillo de San Pedro de Latarce; el Castillo de Villalba de los Alcores; el Colegio de los Escoceses, en Boecillo; el Convento de las Carmelitas Descalzas, de San Pablo de la Moraleja; la Ermita de Nuestra Señora de Canteces, en Vega de Valdetronco; la Fabrica de Harinas ‘La Confianza’, de Tordehumos; la iglesia de San Salvador, en Peñaflor de Hornija; la iglesia del Salvador, en Mota del Marqués; la iglesia románica de Santa María del Templo, en Villalba de los Alcores, el Monasterio de Nuestra Señora de la Armedill, de Cogeces del Monte; el Monasterio de Santa María de Palazuelos, entre Cabezón de Pisuerga y Corcos del Valle y, la Necrópolis de las Ruedas de Pintia, en Padilla de Duero.

La espadaña del Hospital Simón Ruiz de Medina del Campo corre serio riesgo de caerse y ya está inclinada.La espadaña del Hospital Simón Ruiz de Medina del Campo corre serio riesgo de caerse y ya está inclinada. Pero también están en un estado de conservación pésimo otros BIC que no están en este listado. Se tata de la Casa Blanca, del siglo XVI perteneciente a la familia Dueñas en Medina del Campo. El Castillo de Mucientes, que está vallado y, aunque ha tenido varios intentos de rehabilitación, aún no se han llevado a cabo. El Canal de Castilla en la capital vallisoletana, con un proyecto de rehabilitación de 12 millones que no se ha llevado a cabo. Las Fuentes de Argales  que dotaban de agua a algunas caños de la ciudad (hoy queda Fuente Dorada) y el convento de las Madres Dominicos de Santa Catalina, actualmente sin uso.

Por último, quedaría uno de los monumentos de mayor relevancia para el patrimonio vallisoletano. El Hospital Simón Ruiz de Medina del Campo. Construido en el siglo XVII de estilo renacentista, se encuentra en un completo «estado de abandono», indicaran desde la Asociación.

El edificio está abandonado e incluso se puede ver a personas en el interior. El año pasado, el Ayuntamiento rehabilitó las tapias exteriores del edificio, pero en su interior se observa «basura y suciedad». «Está en un estado desastroso», indicaron.

Las Arcas Reales dotaban de agua a fuentes de la ciudad.Las Arcas Reales dotaban de agua a fuentes de la ciudad. Pero la peor parte se la lleva una pequeña capilla en la parte trasera del hospital. Un nido de cigüeña está haciendo que, con el paso del tiempo, la espadaña se esté inclinando y corra riesgo de caerse. «Tenemos fotos del paso de los meses y con el tiempo estamos viendo que cada vez está más inclinada», destacaron desde la asociación. El monumento pertenece a la Fundación Simón Ruiz, cuya Presidencia está ocupada por la alcaldesa de Medina del Campo, Teresa López, que por el momento no ha realizado ninguna actuación al respecto para optar a la recuperación del inmueble.  

Pero tanto el Hospital Simón Ruiz como los otros 20 bienes de interés cultural están viendo cómo la falta de fondos y de ideas para su remodelación están acabando con grandes joyas arquitectónicas que serán irrecuperables en el caso de que derrumbe.