El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) avanzó en su última encuesta, que se espera un aumento del porcentaje de voto para PP y PSOE en las próximas elecciones respecto a los comicios de 2019. Este pronóstico, que quizás sea uno de los menos cuestionados de los que hace el CIS, implica que se rompería la tendencia que ha llegado a duplicar el coste en votos de los parlamentarios para los dos grandes. 

En el caso de los socialistas han pasado de conseguir un parlamentario en 1979 con 35.615 votos en las primeras elecciones democráticas, en 1979, a necesitar 94.384 papeletas en 2019. Y en la misma línea se sitúa el PP, que pasó de necesitar 35.889 en 1989, las primeras elecciones a las que se presentó, a los 91.857 de los comicios de noviembre de 2019. Eso implica que los populares obtienen mejores réditos por cada uno de los votos que suman. 

Las elecciones generales del 23 de julio volverán a estar condicionadas por un escenario político muy polarizado. Eso hace que PP y PSOE redoblen sus esfuerzos en llamar al voto útil para evitar los primeros, los pactos con Vox, y para asegurar, los segundos, diputados en provincias como Valladolid donde advierten que Sumar no tiene posibilidades reales de conseguirlo. Además, las encuestas muestran el alto índice de indecisos. Un panorama complejo para las catorce candidaturas al Congreso y doce al Senado, a las que podrán votar los 431.366 ciudadanos inscritos en el censo electoral, una cifra sensiblemente inferior a la de 2019 cuando eran 432.560 y a la de 2016 con 433.056, donde la abstención fue del 27,24% y 26,3%, respectivamente

Esta es una provincia donde los resultados electorales han sido muy estables en las últimas cuatro décadas, con un reparto de tres diputados para el Partido Popular y de dos para el PSOE, salvo en los comicios de 2015 y 2016 donde se rompió el bipartidismo y ambos cedieron un parlamentario a Ciudadanos y Podemos. En las elecciones de abril del 19 el reparto fue con Ciudadanos y Vox, y en noviembre de ese año, el bipartidismo recobró fuerza y solo cedió un escaño a Vox. 

De hecho, PSOE y PP siempre han superado el 30% de los votos emitidos, salvo en contadas excepciones. El porcentaje cayó a mínimos con un 21,5% para los socialistas en los comicios de 2015 y el PP descendió al 23% en los de abril de 2019. Por contra, los populares llegaron a su máximo en 2015, cuando consiguieron el 52,9% de los votos emitidos.

Unos porcentajes imposibles para los partidos más pequeños, aunque Ciudadanos alcanzó un 20,13% en abril de 2019. De hecho, estas formaciones, si se tiene en cuenta la evolución del voto, necesitan un mínimo de un 13% de los votos para conseguir representación en el Parlamento. Vox se adjudicó el diputado más 'barato' en abril de 2019 con un 13,67% y el más caro fue el de Cs en las mismas fechas. 

 El análisis de los datos históricos parece apuntar que la fragmentación ha provocado que cuando hay muchos partidos en liza el 'precio', en términos de porcentaje de voto necesario para conseguir un escaño, es menor para los nuevos. 

Reparto. ¿Qué factores influyen en el 'coste' en votos de un escaño? En este reparto es fundamental la circunscripción electoral, el número de diputados que se eligen y el sistema electoral. En la provincia se eligen cinco diputados y cuatro senadores. El sistema electoral español no es proporcional al número de habitantes de cada territorio, lo que quiere decir que las provincias más deshabitadas, como es el caso de Valladolid, tienen más escaños.

Esto influye en el 'coste' en votos de cada representante y hace que sea muy diferente la cifra que necesita cada partido para 'convertir' los votos que recibe en escaños. Los partidos con mayor implantación salen favorecidos mientras que los más pequeños de ámbito nacional salen especialmente penalizados. En el caso de la provincia, la proporción entre los cinco escaños y los 431.366 electores hace que cada escaño represente a casi 82.000 vallisoletanos.

 Para repartir los escaños a partir del resultado en votos de las elecciones, se utiliza la Ley d'Hont. Según este sistema, hay que dividir el número total de votos que ha recibido un partido por 1, 2, 3, 4, 5, etc. hasta llegar al número de cargos electos que se disputan en cada circunscripción. De todos los resultados obtenidos, se asignan los 'sillones' a los candidatos que hayan obtenido las cifras más altas, independientemente del partido que sean. Eso sí, hay un umbral mínimo de voto del tres por ciento.

El sistema es algo distinto para la elección de senadores, ya que en este caso los candidatos más votados son los cuatro que finalmente tendrán sitio en la Cámara Alta. En el Senado el reparto se ha mantenido también muy estable a favor del Partido Popular con tres representantes, de media, frente a uno del PSOE.

OTROS DATOS

14 candidaturas al Congreso.

14 formaciones, dos más que en las últimas elecciones, lucharán por obtener alguno de los cinco escaños en el Congreso y cuatro en el Senado reservados para la provincia. PP, PSOE, Vox, Sumar, PACMA, Por un Mundo más Justo (PUM+J), Frente Obrero, Recortes Cero,  (PCTE), Unidad Castellana, Fuerza Cívica, España Vaciada, FE de las JONS y Escaños en blanco.

Cuatro mujeres. 

Son las que encabezan las candidaturas de sus partidos al Congreso. Mercedes Cantalapiedra es la número 1 del Partido Popular, mientras que Tatiana Lean lo es de Por un mundo más justo. Por su parte, María Yolanda Pérez es la líder de Unidad Castellana y Eva María Viña hace lo propio en el Pacma.

Voto por correo.

Correos ha recibido más de 36.000 solicitudes de voto por correo de cara a las próximas elecciones generales del 23-J. Para gestionar este aluvión de demandas, Correos ha ampliado el horario de muchas de sus oficinas. El plazo para pedir las papeletas se acabó este jueves, pero hasta el día 20 se puede depositar el voto en una de las oficinas. Aquellas personas que hayan solicitado el voto por correo y haya sido aceptado, en ningún caso podrán votar de forma presencial en un colegio electoral el día de la cita electoral.

5.134 euros.

El sueldo de un diputado depende de varios factores y varía según sus responsabilidades en el Congreso. Este año se aprobó un aumento en la nómina de los congresistas y su salario bruto es de 3.126,89 euros al mes de base, a lo que  hay que sumar algunos complementos que tienen en cuenta el transporte, gastos de viaje y según la ubicación. En el caso de los de Valladolid cobrarán un plus de 2.008,61 euros, además de los gastos de transporte en Madrid y dietas de 120 euros por viajes oficiales en territorio nacional y 150 si el traslado es fuera de España.