La gravedad de la situación por la que atraviesa la Justicia española se agudiza cada día. Hasta la fecha se han suspendido más de 250.000 juicios y vistas por la huelga de los letrados que, aunque existen servicios mínimos, el caos es total y perjudica de una manera directa a los afectados por casos de maltrato, despidos y divorcios.
Así, se están dando casos de personas en las que después de tres años protegidas por una orden de alejamiento y a la espera de juicio, la misma mañana en la que por fin se iba a celebrar, se suspendió la vista de una víctima de violencia machista. Como el suyo, son miles los afectados por la huelga de los letrados de Justicia en toda España.
Desde que empezó su paro indefinido el pasado 24 de enero, los letrados de la administración de Justicia estiman que ya se han suspendido alrededor de 250.000 juicios y vistas, hay más de 350.000 demandas pendientes de reparto y casi 1.000 millones de euros se encuentran bloqueados en las cuentas de consignación de los juzgados.
También se han parado las subastas judiciales y son «incalculables» los procedimientos aplazados, según confirmó ayer el comité de huelga en su último balance.
La agenda de vistas de este año ya estaba muy llena antes de la huelga; hay señalamientos para 2024 e, incluso, para 2025, especialmente en los juzgados de lo social, según explicó el responsable de Defensa de la Abogacía del Colegio de Madrid, Javier Mata.
Precisamente el decano de la Abogacía madrileña, Eugenio Ribón, envió la pasada semana una carta a la ministra de Justicia, Pilar Llop, en la que cifró en el 35% los señalamientos suspendidos en Madrid como consecuencia de la huelga.
Y en algunos juzgados, como los mercantiles, la paralización ciertos días llega a ser absoluta, apuntó el Colegio de la Abogacía de Madrid.
Para Mata, va a ser «imposible» encajar los cientos de miles de juicios suspendidos en «unas agendas que ya de por sí estaban completas antes de la huelga». Y cuanto más dure este atasco de la justicia, coinciden todos los expertos, más difícil será ponerle remedio.
Perjuicios
Aparte del evidente daño que supone para las partes implicadas, los abogados destacaron que la paralización de los procesos afecta también a su trabajo y a su bolsillo; más cuanto más pequeño sea el bufete, denunció Javier Mata.
«Tienes que presionar. Lo comprendo. Pero estás perjudicando al justiciable y al que vive de esto: asuntos que no voy a resolver son asuntos que no voy a cobrar», reflexionó Adelina Planelles, abogada experta en derecho civil y penal de un pequeño despacho de la provincia de Alicante.
Una de las clientas de Planelles, a la que asistió durante el confinamiento de 2020, se encontraba pendiente de juicio desde entonces, protegida por una orden de alejamiento de su maltratador. La mañana del 7 de febrero, cuando finalmente se iba a producir la vista, se suspendió sin nueva fecha de señalamiento, como está ocurriendo en la inmensa mayoría de los casos.
Sea cual sea, la solución a la suspensión y al retraso de cientos de miles de procesos «va a ser mala siempre», concluyó Mata.