Saldo vegetativo decreciente en la provincia. Valladolid registró el año pasado 4.315 nacimientos, lo que supone la cifra de alumbramientos más baja de la última década, mientras que las muertes fueron 4.572, según el informe ‘Movimiento natural de la Población e Indicadores Demográficos Básicos’, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Este estudio pone de manifiesto un notable cambio en la sociedad vallisoletana, con un incremento de las separaciones y divorcios, mientras que se registra un descenso en el número de matrimonios. Es decir, cada vez menor número de parejas opta por formalizar su relación, bien sea por la vía religiosa o por lo civil. Por otra parte, la situación económica y la falta de oportunidades laborales también hacen que muchos jóvenes se decanten por no tener hijos. Muchos jóvenes no deciden tener familia debido a la precariedad en el trabajo o por decisión propia.
Estas conclusiones son fácilmente observables en cada una de las estadísticas del INE. De esta forma, el número de nacimientos ( 4.315) es el menor de los registrados en la provincia durante los últimos diez años, mientras que el número de fallecimientos (4.572) representa que la provincia saldó 2013 con un crecimiento vegetativo negativo si no se tienen en cuenta los movimientos migratorios.
Así, el número de personas que perdieron la vida superó en 257 a los partos registrados el año pasado.
Por otra parte, el número de matrimonios también se ve reducido año tras año. De esta forma, el año pasado se registraron 1.772 uniones, tanto civiles como religiosas, mientras que un año antes esta cifra se elevó hasta los 1.994 (222 más), lo que supone un descenso del 11,1 por ciento en un solo año.
De igual forma, el informe también refleja el número de divorcios, nulidades y separaciones, pero lo hace solo con datos de 2012, y también pone de manifiesto un aumento durante los últimos años. Mientras que en 2012 el número de 1.118 separaciones, un año antes era de 1.095. Por último el estudio también refleja que desgraciadamente 17 mujeres perdieron a sus bebés en muertes fetales tardías.
Castilla y León presentó en 2013 un saldo vegetativo negativo de 9.603 personas, el segundo mayor del país, sólo superado por Galicia (10.701), al contabilizarse 17.828 nacimientos y 27.431 defunciones. Sin embargo en el conjunto del país el saldo vegetativo fue positivo en 36.181 personas.