Los asesores de José Luis Moreno advirtieron en reiteradas ocasiones que el productor de televisión estaba en una situación de "los límites de todo tipo" y que no pasaría una inspección de blanqueo de capitales, por lo que dos semanas antes de las detenciones intentaron reajustar alguna de las empresas en las que figuraba el ventrílocuo.
Así consta en una serie de conversaciones telefónicas interceptadas por la Policía Judicial y que obran en un informe remitido en junio al titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2 de la Audiencia Nacional, a cargo de las pesquisas de la Operación Titella.
Dos semanas antes de que tuvieran lugar las detenciones, un fiscalista avisó a Beatriz Sánchez -encargada de gestionar la administración y contabilidad del ventrílocuo- que Moreno estaba "en la peor situación que puede estar". Según relatan los agentes, le explicó que en el supuesto de que hubiese una inspección, estaría en una situación "de los límites de todo tipo".
"Se ve que es un entramado"
Los investigadores precisan que el fiscalista aseguró que Moreno recibía dinero en una cuenta que se dedicaba a "hacer pagos a otras empresas" y "aportaciones" a otras compañías. "Se ve que es un entramado y en el supuesto de una inspección entraría con toda la fuerza el tema de blanqueo de capitales", añadió para luego insistir en que "si a esta empresa le meten mano puede resultar que salte por los aires casi todo".
Según narran los agentes, el hombre continuó diciendo que el productor recibía "dinero sin justificación", que "hay cuentas muy elevadas directamente con él" y que deberían "cerrar" una de las empresas en las que figura.
En la llamada, la asistente reconoció que había "muchos ingresos de distinta gente que le ha prestado dinero" y que estaba "sin documentar nada".
Ese mismo día, consta en el informe otra llamada de Beatriz Sánchez con Cristina Muñoz, una de las asistentes del departamento contable detenidas en la trama. Muñoz dijo que también había hablado con el fiscalista y que este le dijo que "con el tema de blanqueo de capitales puede tener muchos problemas".
"Deben reajustar la empresa"
En esa conversación, la encargada de gestionar la administración y la contabilidad de Moreno señaló que consideraba que debían "reajustar" una de las empresas "para disolverla y liquidarla" y "crear otra distinta sin que tenga nada que ver". Según explicó, esa sociedad estaba "muy perjudicada" sobre todo por los préstamos y por cómo el productor había "guarreado" las cuentas.
Muñoz indicó que figuraban "préstamos de Antonio (Aguilera)", hombre con el que el ventrílocuo habría trabajado para financiar sus proyectos y que ingresó en prisión por haber participado en una presunta operación fraudulenta que se investigó en los juzgados de Madrid. Según los investigadores, Sánchez añadió: "Imagínate de dónde vienen, no pasaríamos el blanqueo de capitales".
En un oficio previo, fechado en enero, los agentes ya habían recogido otra conversación en la que Sánchez y otra de las empleadas de Moreno aseguraban que el productor "no aguantaría" una auditoría porque "ha podido mentir mucho con facturas, viajes y demás". Precisaron, además, que se habrían emitido facturas de "personal que no existía", haciendo creer que trabajan 100 personas cuando "solamente" estaban dos. "Si hicieran una auditoría sería gravísimo", dijeron.
"Organización criminal"
La Policía Judicial considera que "ha quedado acreditada la existencia de una organización criminal" que "opera a nivel internacional" y cuya actividad delictiva se diversifica en "diferentes especialidades desde el fraude y estafa a entidades bancarias e inversores privados, a la falsificación de efectos bancarios como cheques y pagarés, además del posterior blanqueo de los beneficios obtenidos de estas actividades".
La estructura de dicha organización, que opera desde 2017, estaría "dividida en células operativas y claramente jerarquizadas" en las que figura José Luis Moreno, quien "como persona pública muy reconocida prestaría su nombre como tarjeta de vista para que tuvieran mucho más fácil conseguir financiación en entidades bancarias". Los investigadores también señalan a Antonio Aguilera y Antonio Salazar, "con amplios conocimientos en operativa bancaria y mercantil", que se encargaban de conseguir las sociedades y "maquillarlas".