El dinero con el que cuentan las administraciones públicas en la provincia de Valladolid ha ido en aumento de forma constante durante las últimas dos décadas. La rigidez en las posibilidades de gasto ha hecho que las administraciones no hayan podido invertir y afrontar proyectos a pesar de tener importantes remanentes de tesorería. Los últimos datos del Banco de España lo relatan con elocuencia. Las administraciones en la provincia han visto cómo los ahorros de sus cuentas no paraban de crecer desde que existen estadísticas, es decir, desde 1987.
Los datos, pertenecientes a finales de 2022, reflejan que las entidades financieras de la provincia contaban con 1.488 millones de euros pertenecientes a las administraciones. Este último año ha sido el primero de descenso después de alcanzar el récord absoluto, ya que el conjunto de las administraciones alcanzó la llamativa cifra de 1.936 millones. Este aumento de liquidez se ha producido en plena crisis económica, provocada por la pandemia del coronavirus. Sin ir más lejos, fue en 2015 cuando las administraciones sobrepasaron la barrera de los mil millones de euros en depósitos y desde ese momento no se ha parado de crecer hasta este año, cuando el superávit alcanzado en los anteriores ejercicios ha comenzado a gastarse.
Llama la atención el incremento significativo del dinero en las cuentas bancarias de las administraciones. En el año 2000 tan solo eran 302,1 los millones de euros que tenían las administraciones en Valladolid. Tan solo cinco años más tarde, esa cantidad ya se había elevado hasta los 81 7. La crisis económica mermó la cantidad de dinero en ahorro hasta los 697 millones, la cantidad más baja desde 2004. Una vez superada la crisis, las entidades volvieron a aumentar el dinero acumulado hasta alcanzar el récord el año pasado.
Fue en el año 2020 cuando el Gobierno decidió suspender la regla de gasto para los ayuntamientos, el mecanismo que limitaba el aumento de los gastos en los presupuestos y que marcaba la cifra a partir de la cual se construyen las cuentas públicas. Esta ha podido ser la causa de que el ahorro haya mermado durante el ejercicio de 2022, cuando el dinero acumulado por las administraciones descendió en cerca de 500 millones de euros.
Las corporaciones han decidido solicitar nuevos préstamos y acudir al remanente de tesorería para afrontar nuevos proyectos para sus municipios o incrementar el presupuesto. También se debe tener en cuenta que los ayuntamientos han tenido que afrontar en este 2023 una jornada electoral, lo que ha hecho que durante el ejercicio pasado se hayan afrontado pagos y más gastos para la conclusión de los proyectos pendientes.
deuda. La cantidad de dinero de los ayuntamientos ha ido en aumento cada año, al contrario de lo que ha ocurrido con el número de créditos contraídos con las entidades financieras, que han ido mermándose con el paso de los años. Ni más ni menos que 185 ayuntamientos de la provincia no tenían ningún tipo de préstamos con entidades financieras, una cifra que ha ido en aumento durante la última década.
El resto de consistorios tenían contraída una deuda de 150,7 millones en diferentes tipos de préstamos, según los datos que maneja el Ministerio de Hacienda pertenecientes a principios de 2022. El dinero que se debe es muy variado en cada ayuntamiento, ya que va desde los 1.100 euros en el caso de Brahojos de Medina hasta el millón de euros, en el caso de Medina del Campo.
Mención especial se merece el Consistorio de la capital, ya que acapara prácticamente la totalidad de la deuda, con 145 millones de los 150 de toda la provincia. Una cantidad que se ha visto incrementada en un 47 por ciento desde comienzos de 2019.