Los polígonos industriales de la provincia están semivacíos

R.G.R
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El polígono privado de Medina de Rioseco y el Canal de Castilla cambian a comercial y a logístico para la automoción, respectivamente, en busca de conseguir que nuevas empresas se instalen después de años sin negocios

Polígono Canal de Castilla, en los términos municipales de Cigales y Cabezón. - Foto: J. Tajes

Situación complicada la que vive el suelo industrial de la provincia. Las administraciones se pusieron manos a la obra para dotar a toda la provincia de los polígonos necesarios para la implantación de empresas y la generación de riqueza. Evidentemente, estos procesos para mejorar la industrialización del medio rural fueron previos a la llegada de la crisis económica del año 2008, que mandó al traste buena parte de los proyectos. 

La Diputación, la Junta de Castilla y León y el Gobierno repitieron fórmulas, a través de empresas vinculadas a las administraciones, para la puesta en marcha de polígonos industriales de grandes dimensiones que, a día de hoy, se encuentran semivacios en su mayor parte sin que las empresas pujen por instalarse en ninguno de ellos. 

El grado de ocupación parece escandalosamente bajo si no se tiene en cuenta el contesto. Algunos de ellos se idearon en un escenario completamente distinto al actual y, por ello, se hicieron con esas desproporcionadas dimensiones. Los polígonos de las tres administraciones suman más de cinco millones de metros cuadrados en una decena de instalaciones y tan solo 1,1 millones están ocupados por empresas. Es decir, tres de cada cuatro metros construidos está disponible y, por tanto, vacío. 

A pesar de esta situación, las administraciones no cesan en su empeño de poner a disposición de los emprendedores más suelo. Es el caso de la Junta de Castilla y León en Medina de Rioseco. En el mes de mayo, el Ayuntamiento aprobó el Plan Parcial y ya está disponible «a todos los efectos». Serán otras 40 hectáreas de suelo industrial para la zona norte de la provincia, aunque todavía no tiene precio, ya que se establecerá en cuanto salga a la venta. 

Ante esta situación, algunos polígonos están gestionando cambios de uso en busca de atraer a nuevos negocios. Especial mención merece en este sentido el polígono Canal de Castilla. Un mastodonte industrial de 3,5 millones de metros cuadrados que no termina de ver la luz al final del túnel. El proyecto se puso en marcha en el año 2006 y ahora mismo el Ejecutivo regional está inmerso en un cambio en la parcelación de la zona y en la construcción de un sistema de contención pluviométrica. 

Fuentes de la Consejería de Economía matizaron que estos cambios pueden servir para dar un servicio a empresas vinculadas al corredor existente entre las factorías de Renault de Palencia y Valladolid. «El sector de la automoción necesita una plataforma logística». Es decir, el polígono podría dedicar una parte importante de su espacio para empresas auxiliares de la automoción teniendo en cuenta que los polígonos de proveedores de Renault, tanto en Valladolid como en Palencia, están completos.

acoger comercios. Pero no es el único caso en la provincia de este tipo. El polígono privado de Medina de Rioseco, ubicado junto ala carretera de Villalpando, ha iniciado una modificación puntual para cambiar los usos de algunas de sus parcelas a comercial. Así, busca que empresas de carácter comercial se instalen en esta zona y desecha la idea de que sean empresas de otros ámbitos los que lleguen a este municipio. Con estos cambios, las parcelas más pequeñas serán de 600 metros cuadrados. Medina de Rioseco es un caso especial, ya que cuenta con este polígono y está inmerso en la puesta en marcha del citado anteriormente y sumará 40 hectáreas más de suelo industrial.

Al igual que en estos casos, la Diputación de Valladolid está inmersa también en un nuevo proyecto para potenciar la venta del suelo industrial de tres de sus cuatro polígonos. Cuenta con suelo industrial en Mayorga, San Miguel del Arroyo, El Carpio y Villalón de Campos, aunque este último es el único que está completo. 

La situación de los tres restantes es complicada, ya que son muchos años los que llevan en venta sin que las compañías apuesten por ellos. La institución provincial siempre  ha tenido claro que la ubicación de estos polígonos se basa en la búsqueda de riqueza económica en los lugares más complejos de la provincia y que este es el motivo de que tengan mayor dificultad a la hora de su venta. Esto ocurre con el espacio industrial de El Carpio.  Son 37 parcelas, de las que 26 están disponibles. Ni más ni menos que 15.303 metros cuadrados libres de los 20.526 que forman este polígono. Tres de cada cuatro metros no se han podido vender. En el caso de Mayorga, la situación es aún más acuciante. 21.127 metros cuadrados libres de un total de 25.423.  En San Miguel del Arroyo, la institución provincial dispone de 44 parcelas, de las 27 están disponibles. No obstante, el polígono de Villalón está completo y aquí no hay suelo disponible. Está todo al completo.

El director de Valladolid Avanza, la sociedad de la Diputación encargada de los polígonos y la actividad económica, indicó que de cara al año que viene se llevará a cabo una campaña de promoción para intentar sacar a la venta algunas parcelas. «Primero, queremos hacer una campaña de renovación de la imagen exterior de los polígonos para que sean más atractivos para los emprendedores», reconoce el responsable de la institución provincial. 

La Diputación mantiene y fomenta la campaña de incentivos fiscales para aquellas personas que se quedan con una nave o una parcela y además ha eliminado las condiciones de limitación de años de permanencia. El primer año se reduce al 50% el pago durante el primer año y un 25 por ciento durante el segundo año. Los precios oscilan entre los 43 hasta los 14 euros por metro cuadrado.