Los ciegos podrán pedir al bus que pare con la 'app' de Auvasa

Óscar Fraile
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El Ayuntamiento trabaja junto a la ONCE en mejorar esta herramienta para que el colectivo no se vea tan perjudicado por la nueva obligación de levantar la mano para pedir al conductor que se detenga

Una persona ciega espera un autobús en una parada. - Foto: Jonathan Tajes

Auvasa aprobó recientemente una ordenanza que obliga a las personas que estén esperando en una parada a levantar la mano para solicitar que el autobús se detenga. Una medida encaminada a evitar  que los conductores paren cuando ninguno de los pasajeros esté interesado en subir a esa línea. Sin embargo, hay un colectivo que se ha sentido agraviado por esta decisión. Las personas invidentes o con problemas de visión no pueden distinguir el número de la línea del autobús que se acerca. En ocasiones, ni siquiera pueden percibir la llegada del vehículo nada más que por el sonido.

El Ayuntamiento de Valladolid y la delegación territorial de la ONCE ya han mantenido reuniones para intentar mitigar estos efectos negativos. Aunque todavía no hay nada cerrado, porque los encuentros seguirán después de Semana Santa, el área de Movilidad ya se ha comprometido a implementar una nueva utilidad en la aplicación para que las personas invidentes puedan informar a los conductores de que están en una determinada parada, y así sepan que tienen que detenerse, aunque nadie levante la mano. «Gracias a la enorme renovación tecnológica que se ha acometido en Auvasa en los últimos meses, disponemos de equipos embarcados en los autobuses que dan la posibilidad de hacer muchos desarrollos de cara a prestar un mejor servicio», señala el nuevo presidente de Auvasa, José Alfonso Gálvez.

Es un primer paso, porque ambas partes también están estudiantes alternativas que ya se utilizan en otras ciudades y tienen más que ver con la señalética. Gálvez recuerda que «una de las líneas directrices de la empresa es mejorar la accesibilidad a todos los niveles» y asegura que con el colectivo de las personas ciegas está «especialmente sensibilizada».

Por su parte, el delegado territorial de la ONCE, Ismael Pérez, comprende la medida de «eficiencia organizativa» que ha tomado Auvasa, pero avisa de que tener que levantar la mano «es una dificultad añadida» a las que ya tienen las personas con discapacidad visual. Pérez aboga por encontrar «soluciones de consenso», pero opina que, mientras llegan, la empresa debería «dejar en suspenso» esa medida. El delegado de la ONCE avisa de que las soluciones tecnológicas «tardan en llegar» y, mientras eso sucede, las personas con discapacidad visual siguen teniendo estos problemas.

Pérez también apuesta por el sistema de solicitar parada mediante la aplicación y recuerda que es algo que se ha implementado recientemente en Madrid. Pero insiste en los tiempos. «Falta un desarrollo de la aplicación, que eso puede tardar unos dos meses, según Auvasa», asegura. También dice que hay otras cosas que mejorar, como el volumen de los altavoces de los paneles informativos. «No puede ser que se suba o se baje en función de que a alguien le pueda parecer que es una molestia», añade Pérez.

ya lo dijo en 2019. Auvasa ha convertido en ordenanza lo que hace años era solo una recomendación. En noviembre de 2019 la cuenta de Twitter de la empresa ya publicó un mensaje en el que pedía a los pasajeros que levantaran la mano para «agilizar los tiempos del trayecto». Precisamente en ese momento un usuario respondió, de forma irónica, si las personas con visibilidad reducida tenían que estar todo el día con el brazo levantado, a lo que Auvasa respondió que estas personas «saben cómo colocarse en las paradas, y, cuando el conductor les ve, realiza la parada». Y así es casi siempre, aunque hay algunos casos aislados en los que el conductor no ha parado, tal y como denuncia Pérez: «Alguno no ha parado viendo a una persona ciega, es residual, pero me parece mala fe... vamos a ver si todos somos mejores ciudadanos». El delegado de la ONCE pide a los afectados por estas situaciones que presenten una denuncia.

José Luis San José es un invidente usuario del autobús urbano, casi siempre de la línea 6. «La gente es muy amable y te suele avisar, y los conductores paran cuando te ven con el bastón», explica. Solo en una ocasión el autobús pasó de largo, aunque una pasajera que iba dentro y sabía que San José se subía todos los días avisó al conductor para que parara. Y así lo hizo. «El conductor me dijo que creía que no quería montarme y yo le dije que si pensaba que me ponía ahí para tomar el sol...».

La asociación Retina presenta una reclamación

La asociación Retina Castilla y León ha presentado una queja formal en el Ayuntamiento de Valladolid para protestar por el artículo 13.1 de la Ordenanza Reguladora del Transporte Colectivo Urbano de Valladolid, publicada el 1 de febrero en el Boletín Oficial de la Provincia, que obliga a los usuarios a «solicitar, con antelación suficiente, la detención del vehículo en la parada correspondiente, tanto para ascender como para descender del mismo». Y prosigue que «a estos efectos, en el interior del vehículo, las personas usuarias deberán utilizar los pulsadores de solicitud de parada y, desde el exterior, deberán realizar una señal inequívoca de solicitud de parada al conductor alzando la mano o el brazo, aun cuando dicha parada solo sea para una única línea». La asociación considera que imponer esta obligación a los ciudadanos con discapacidad visual o ceguera «implica imposibilitarle una vida independiente e impedirle la participación social a los que todos los ciudadanos tienen derecho».

accesibilidad. El escrito presentado en el Ayuntamiento indica que esta medida, en vez de garantizar la accesibilidad universal, un objetivo que deben perseguir todas las administraciones públicas, «añade una barrera u obstáculo más a las personas con problemas visuales, dificultando una vida autónoma e independiente», a la que todas las personas tienen derecho, tal y como recogen la Convención de Derechos de las personas con discapacidad de 2006 y el artículo 59 de la Ley de igualdad de oportunidades para las personas con discapacidad de Castilla y León.

La asociación Retina recuerda que aproximadamente el 2% de la población sufre algún tipo de patología que provoca baja visión o ceguera, algo que «no se corrige con lentes, simplemente se sufre». En base a estos datos de la Organización Mundial de la Salud, unas 8.000 personas estarían en Valladolid en esta situación. La asociación finaliza el escrito con una sugerencia: «que habiliten o señalicen dentro de la parada un lugar donde poder situarse como señal inequívoca de solicitud de parada».