Pocos sectores como el turístico han tenido que afrontar unas consecuencias tan difíciles como las que se vivieron con la pandemia, que les dejó casi dos años con la actividad en mínimos y teniendo que afrontar cuantiosos gastos de gestión, amortización, impuestos o de personal, entre otros muchos.
La situación fue catastrófica. Sin embargo, tres años después y gracias a las vacunas, el turismo se puede decir que ha alcanzado la recuperación total en tasas de actividad e, incluso, de facturación, aunque no de rentabilidad ya que los gastos se han disparado tanto que aún no han conseguido equipararse con los márgenes prepandemia.
La fortaleza de la demanda, tanto nacional como extranjera, ha permitido superar la incertidumbre que genera la inflación y el temido parón económico por la crisis energética y la guerra en Ucrania y ha permitido que el sector sobrepase ya los niveles de actividad récords alcanzados en el 2019, de antes de la COVID-19.
La reactivación de la hostelería disparó el PIB turístico hasta los 159.490 millones de euros en el conjunto de 2022, un 64% por encima de la actividad registrada en un complicado 2021 y un 1,4% por encima del 2019 antes de la pandemia, según las estimaciones de Exceltur, el lobby que agrupa a una treintena de las mayores compañías del sector, entre ellas, están Meliá, NH, Iberia, Globalia, Riu y Amadeus.
Gracias a los propios turistas españoles, que han intensificado los viajes domésticos en los últimos años, el sector hostelero ha vuelto a recuperar la normalidad, a pesar de que los viajeros internacionales aún no han alcanzado los niveles de ocupación ni tampoco las cifras de gasto anterior a la COVID.
Los expertos señalan que si bien la reactivación de la demanda de los viajeros internacionales no ha sido total, sin embargo, sí ha mejorado la rentabilidad de cada visitante. Con muchos menos turistas que en 2019 (con un total de 71,5 millones, 12 millones menos que el récord precovid) los ingresos de la economía española generados por este colectivo han acariciado su máximo histórico con más de 69.000 millones frente al récord de 71.200 millones de 2019.
Previsiones
A la vista de las buenas cifras de esta última Semana Santa, que ha marcado máximos de ocupación en las principales zonas de costa, Islas Canarias, Baleares, Andalucía, así como en las ciudades de interior motivadas por un turismo de ocio, cultural y religioso, se puede decir que ha quedado atrás la incertidumbre que existía sobre la evolución del negocio por el alza de precios y de tipos de interés y de un eventual parón del consumo por la incertidumbre.
Las grandes compañías turísticas españolas creen que el crecimiento del sector continuará en los próximos meses, según las reservas que ya acumulan. Las nuevas proyecciones de Exceltur apuntan a que este año se cerrará con un PIB turístico récord.
La actividad hostelera escalará, según este colectivo, hasta los 168.453 millones de euros, un 5,6% por encima de la tasa alcanzada el pasado ejercicio y un 7,1% más que los niveles del 2019 prepandemia.
Los economistas señalan que si se confirma esta evolución alcista, el peso del turismo se mantendría en el 12,2% del PIB español.
En definitiva, las empresas turísticas han registrado en el primer trimestre del año fuertes incrementos en su volumen y en los márgenes de negocio gracias al repunte de actividad y también a la subida de los precios en plena ola inflacionista a diferencia de otros sectores como el comercio que no logra la volver a su velocidad de crucero.
Una buena parte de las organizaciones turísticas confirma que han superado los niveles de facturación prepandemia, pero desde Exceltur se alerta de que este boom de demanda no se está traduciendo en incrementos de la rentabilidad para muchas compañías debido al fuerte alza de los costes operativos provocados por la alta inflación.