Se le queda pequeña

Diego Izco (SPC)
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El récord de triples en la NBA de Stephen Curry reabre el debate sobre las dimensiones de la cancha

El base de los Warriors pugna por ser el mejor ‘artillero’ de la historia. - Foto: EFE

En septiembre de 2018, el Palacio Multiusos de Guadalajara acogió el 'Circuito Movistar' de pretemporada, un dato 'random' sin importancia de no ser por el carácter experimental que tuvo: la cancha medía un metro más de ancho (del 28x15 se pasó al 28x16). ¿El objetivo? Dar una respuesta a una 'demanda' no oficial desde hace años, basada en una pregunta recurrente: ¿Se ha quedado pequeña la cancha de baloncesto? 

Aunque esa petición tiene un nacimiento técnico en 2010, cuando la FIBA alejó la línea de tres puntos desde el 6,25 al 6,75, también hay argumentos humanos: basta ver un partido de hace 30 o 40 años a uno de la actualidad para concluir que los jugadores son mucho más altos, mucho más fuertes, mucho más rápidos… y que los tiros no solo son más o menos certeros, sino mucho más lejanos. «Las pistas son iguales que hace 40 años, pero los jugadores han evolucionado. Es decir, la pista es la misma, pero el juego no», aseguraba Joan Roca, director deportivo y de competición de la ACB. 

En la NBA, cuya cancha es muy similar (apenas 60 centímetros de largo y 30 más de ancho que la de FIBA), la línea de triples está más alejada: 6,70 desde los laterales y 7,24 metros desde el centro. Y esta semana se ha coronado al mejor 'francotirador' de todos los tiempos, Stephen Curry, que batió el récord de Ray Allen (2.973 triples anotados), con 511 partidos menos que el californiano. 

 

Más de un tercio

En octubre del pasado año, Gigantes publicaba un artículo en el que se analizaba el impacto de los lanzamientos de tres en la actualidad, el momento de más profusión desde su implantación en la NBA (1979) y FIBA (1984). En los orígenes, era una jugada reservada a los especialistas, pero hoy, cualquier 'cinco' es capaz de jugársela con un moderado porcentaje de acierto. Según el informe, más de un tercio de los lanzamientos que se ejecutan en un partido de baloncesto se hacen más allá de la línea: en la 18/19 fue un 35,8 por ciento en la NBA, un 37,6 en la Euroliga y un 41,5 en la Liga Endesa. 

Mejores métodos de entrenamiento, mejor fisionomía en los atletas… Las matemáticas no engañan: el porcentaje efectivo en tiros de tres puntos roza el 34 por ciento y ya ha superado al 50 por ciento aproximado de los tiros de dos. Es decir, cada uno de estos últimos aporta una media de un punto, mientras cada triple intentado en el baloncesto profesional alcanza 1,02 puntos. Aunque sea por muy poco, es más efectivo lanzar desde más allá de la línea del triple. 

Larry Bird

No es difícil ver a Curry lanzando desde ocho y nueve metros con cierta asiduidad. Ni hacerlo sin haber ganado completamente una posición de ventaja respecto al defensor: ¿Es realmente el mejor 'artillero' de la historia? Uno de los mejores jugadores (y tiradores), Larry Bird, fue contundente: «No creo que lo sea», aseguraba el mítico '33' de los Celtics: «Mullin era muy bueno, Mark Price, Reggie Miller metía tiros importantes… Cuando estás uno o dos puntos abajo, ¿quién puede meter ese último tiro? Eso caracteriza a los grandes tiradores». 

Puede que Bird tuviese en cuenta la estadística que publicó NBA.com en abril de este año: Stephen Curry batió en abril el récord de triples anotados en un mes (85). Bird, que ganó tres veces el concurso de triples de la competición, fue el mejor triplista de la temporada 85/86, anotando 82 en todo el curso. De hecho, el jugador de los Warriors también superó las marcas de Mike Bratz (57 en 1981), Don Buse (78 en 1982) y Mike Dunleavy (67 en 1984), todos ellos líderes de tiros de tres anotados durante una temporada. 

Al terminar su duelo ante Sacramento (27 de abril), contradijo al gran Larry: «Cuando estoy en la cancha siento que soy el mejor tirador del mundo».