Bankinter redujo su beneficio un 64,7% en el primer semestre del año, lo que dejó la ganancia del banco en 109,1 millones de euros. El motivo de este resultado es la «extraordinaria» provisión de fondos de 192,5 millones debido a la crisis generada por el coronavirus, y a un entorno macroeconómico de mucha incertidumbre aún, según explicó ayer la consejera delegada, María Dolores Dancausa.

Así, el balance antes de impuestos del sector bancario, que se muestra separada de Línea Directa Aseguradora, se saldó con 61,8 millones de euros, un 82,1% menos que en el primer semestre de 2019.

Por su parte, la rentabilidad antes de impuestos de Línea Directa alcanzó los 78,5 millones de euros. No obstante, para la responsable de la entidad el dato muestra la fortaleza de un modelo de empresa que alcanza cifras de ingresos récord pese a las dificultades y, al mismo tiempo, un máximo nivel de prudencia al anticipar con estas provisiones el impacto económico de la pandemia. Es por eso que confió en que estos números «anticipan que el año se cerrará con beneficio» ya que «todo el esfuerzo está hecho».

Asimismo, la corporación se anotó el año pasado por efecto de la compra de EVO, el resultado de la actividad bancaria es un 11,6% inferior sobre la misma cifra al 30 de junio de 2019, hasta alcanzar los 254,3 millones de euros.

En cuanto a los principales indicadores, la entidad refuerza la solvencia con una ratio de capital CET1 fully loaded en el 11,8%, 1.400 millones por encima del requerimiento mínimo del BCE.

También destacó la mejora de su posición en cuanto a la calidad de los activos, que siempre ha mantenido muy controlada, situando la ratio de morosidad al cierre del semestre en el 2,50%, frente al 2,71 de hace un año o al 2,58 del pasado trimestre. Y con un índice de cobertura del 58,64% frente al 51,10 de hace un año.