El poeta vallisoletano Boris Rozas reunió a una treintena de autores, tanto locales como de diversos puntos de España y fuera de ella, para participar en una lectura colectiva el pasado 23 de abril con motivo del Día del Libro a través de sus perfiles de la red social Facebook bajo el lema #TeLeoDesdeCasa: «El Día del Libro fue una buena excusa para rodearme de todos ellos, aunque fuese virtualmente·.

Desde su domicilio reconoce que los primeros días fueron difíciles para «poder afrontar el proceso creativo en los primeros días de este confinamiento, en mi caso el proceso literario». Además, la pandemia fue cancelándole las presentaciones de su nuevo libro, ‘Idaho y el jardín de Ezra Pound’: «Nuestro pequeño gran escaparate echaba la persiana sin fecha de regreso». Pero poco a poco, «la mente se va adaptando», y reconoce que se reencuentra para afrontar la nueva realidad, leyendo (Ángel González, Gabriela Mistral, Emily Dickinson o Wislawa Syzmborska) y creando: «Termino un manuscrito rupturista empezado el año pasado y escribo otro nuevo en apenas quince días, será el número 16. Un buen número».

« Nuestra capacidad de adaptación siempre me ha sorprendido, no lo iba a ser menos en esta ocasión», reconoce.