Sin haber jugado, pero con tres puntos más. Así afrontó el Universidad de Valladolid esta semana de entrenamientos, con la mirada puesta en el partido que disputará este sábado (18:30 horas) en la pista del FS Boal. Un encuentro que medirá a dos equipos separados por cuatro puntos en la clasificación y del que el conjunto dirigido por Kike Molina espera aumentar la distancia con su rival.

El Uni descansó por obligación el pasado fin de semana, ya que el Prone Lugo fue expulsado de la competición por impagos de arbitrajes. La decisión se saldó con tres puntos más, que le colocan con 29 y le hicieron terminar la jornada 18 en la séptima posición, a seis puntos de la zona de clasificación para la próxima Copa del Rey.

El entrenador universitario aseguró que esta fue una “buena semana de entrenamientos, que ya van siendo de otro calibre después de los exámenes”. Molina cuenta con la buena noticia de tener la enfermería vacía tras la recuperación de Parra, aunque sí habrá una ausencia, puesto que Miguelín no podrá viajar hasta tierras asturianas por motivos personales. Por lo tanto, la convocatoria es la siguiente: David, Rubén, Muñoz, Isaac, Leal, Ofa, Picolo, Raulito, Parra, David R., Javi, Sancris y Gonzi.

Kike Molina explicó que “es un viaje largo y pesado” para jugar en “un campo difícil, en una pista de cemento pulido”. “Será complicado puntuar, pero no vamos a dar nuestro brazo a torcer”, aseveró.

Por su parte, Boal, que no pudo disputar el último partido como local por goteras en el polideportivo y tiene un partido menos jugado, lleva sin ganar desde la jornada 10, cuando se impuso al Puertas Deyma por 6-2. Desde entonces, el conjunto asturiano encadenó una racha de cinco partidos perdidos, a la que luego se sumaron un empate y otra derrota. Por lo tanto, solo ha sumado un punto de los últimos 21 en juego, un dato que hará estar prevenido al Uni, ya que su rival buscará volver a la senda de la victoria.