«Rondilla ha evitado el bloqueo de los demás hospitales»

Alfonso G. Mozo
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«La apertura del edificio Rondilla el pasado noviembre ha conseguido que los hospitales generales de Castilla y León no se hayan bloqueado». Entrevista al coordinador de la unidad covid del viejo Río Hortega, José María Prieto de Paula

José Marí­a Prieto de Paula, jefe de Medicina Interna del Clínico. - Foto: J.T.

El doctor Prieto de Paula echa estos días el cierre al área covid del viejo Río Hortega, renombrado desde hace unos años como edificio Rondilla. No tiene las llaves de las dos alas convertidas otra vez en hospital, pero casi. Pone punto y final a medio año de intenso trabajo en el que ha tenido que compatibilizar su habitual cargo de jefe del servicio de Medicina Interna del Hospital Clínico Universitario de Valladolid (HCUV) con el de coordinador asistencial de esas dos plantas en las que, entre el 9 de noviembre y el 26 de abril, se ha atendido a 418 pacientes con covid y que llegaron a aglutinar a 150 profesionales que llegaron de centros de toda Castilla y León. Confía en que no vuelvan a hacer falta las 96 camas que se habilitaron y que la vacunación acelere el final de una pandemia que sigue llevando a pacientes al hospital, pese a que el descenso de los ingresos haya llevado a la Consejería de Sanidad a tomar la decisión de clausurar esa suerte de hospital de pandemias en que se convirtieron la cuarta y quinta planta de la ‘Residencia’. 

¿Qué balance hace de este medio año de trabajo en el área covid del edificio Rondilla?

No se puede hacer otro balance que uno absolutamente positivo. Este es un hospital que se concibió para atender a pacientes con infección por el SARS-CoV-2 que precisaban un ingreso hospitalario y en los que, inicialmente, no resultaba previsible la necesidad de soporte avanzado en una UVI y ha cumplido con ese objetivo de una forma totalmente efectiva.

¿Qué es lo que se pretendía con la apertura de este edificio?

El plan era poder acoger a cierto grupo de pacientes, que la mayor parte de los ingresados que tenían infección por el coronavirus con una situación clínica estable y sin no tenían criterios de ingreso en la UVI, fueran atendidos en Rondilla. ¿Y qué es lo que se conseguía con ello? Pues mejorar la atención de los pacientes ingresados en todos los demás hospitales generales de la Comunidad, tanto de los que tenían infección por covid, como del resto de enfermos.

¿Se puede decir que la puesta en marcha de esa unidad covid en el viejo Río Hortega ha evitado que los demás hospitales de la región se colapsaran?

La apertura del edificio Rondilla en noviembre ha conseguido que los hospitales generales de Castilla y León no se hayan bloqueado, algo que sí ocurrió en la primera oleada, fundamentalmente.

Yo creo que su puesta en marcha fue ejemplar, ha supuesto un apoyo absoluto a todos los hospitales de la Comunidad y se ha conseguido transmitir una idea de solidaridad de todos los profesionales, porque este ha sido un centro en el que han estado trabajando hasta 150 profesionales que, por ejemplo, en el caso de los médicos, provenían del Río Hortega, del Comarcal de Medina del Campo, del Clínico, de Burgos, de Segovia, de Zamora y de Palencia. Ha habido un ejercicio de solidaridad por parte de todos los hospitales de la Comunidad para mejorar la atención de todos los pacientes de la región.

¿Cuál ha sido la gran dificultad en  la puesta marcha de este hospital, precisamente el hacerlo desde cero, con un equipo nuevo?

Efectivamente, no fue fácil, pero por eso digo que había sido una puesta en marcha ejemplar. Aquí hablamos de un edificio que tenía bastantes deficiencias, que hubo que replantear y acomodarlo para poder acoger pacientes, y que nace de la nada en el sentido de que no había profesionales.

Usted ha sido el coordinador de este hospital, ¿la gestión ha sido compleja?

La gestión se ha visto facilitada la profesionalidad de los trabajadores del hospital y, además, yo diría que la actitud de la inmensa mayoría de ellos ha sido ejemplar.

¿Cuál ha sido la principal virtud del edificio Rondilla en su papel de la lucha contra la pandemia?

Sin duda el haber permitido tratar a los pacientes acorde con el grado de necesidad, pacientes que, de otra manera, hubieran estado ocupando una plaza en un hospital general y hubieran evitado que enfermos no-covid u otros enfermos covid hubieran visto dificultada la mejor atención. Yo creo que ha sido un apoyo inestimable para mejorar la atención en el resto de hospitales de la Comunidad.

Además, hay otro factor del que no podemos olvidarnos, puesto que tenemos que tener en cuenta que, menos Valladolid y Segovia,  casi todas las ciudades cuentan con  un hospital de menor complejidad que es complementario al hospital general. Esto en Valladolid no se da, de modo que se ha podido mejorar la atención en el Clínico y el Río Hortega, gracias a haber contado con este centro para atender a los pacientes con enfermedades que, por el motivo que fuere, no eran subsidiarios de poder contar con apoyo en UVI.

El área covid de Rondilla se ideó para un máximo de pacientes que rondaba el centenar, pero ¿cuál ha sido el pico de ingresados que ha habido de manera simultánea?

De estos casi seis meses, la mayor parte del tiempo hemos tenido abierta solo una unidad, es decir, 48 camas, aunque sí que hubo un mes y algo en que estuvimos con las dos, con un total de 96 camas. El pico de pacientes lo tuvimos a primeros de febrero y fue de 86 pacientes.

¿En este centro también se han apreciado las diferencias que se han visto en los grandes hospitales entre segunda, tercera y cuarta ola, o el nivel asistencial ha sido más equilibrado debido a ese perfil de pacientes tan concreto para el que estaba pensado?

También lo hemos ido notando, aunque de otra manera claro. Cuando las olas disminuían, los hospitales generales también iban disminuyendo la derivación de los pacientes a Rondilla. De hecho, la decisión del cese de actividad que se adopta el pasado lunes viene motivada por esa situación, porque llevábamos varias semanas con una ocupación pequeña –el lunes había solo tres covid ingresados en el edificio Rondilla– y, por otra parte, la evolución de esta cuarta ola apuntaba a que no iba a ser tan agresiva como las anteriores y que, en principio, parece que no iba a ser necesario este apoyo para los demás hospitales generales de la Comunidad.

¿El perfil del paciente que llegaba con covid ha cambiado en estos meses?

En el hospital general sí que se ha notado un cambio en el perfil de los pacientes, que son más jóvenes y más graves, pero no en el edificio Rondilla. Hay que tener en cuenta que en este hospital se ha atendido a pacientes que no podían irse a su casa desde el hospital general, pero que tenían una situación estable, y, mayoritariamente, se ha estado atendiendo a los pacientes que no tenían criterios de ingreso en la UVI, bien por su comorbilidad, por su situación funcional o cognitiva, por su edad, por sus enfermedades colaterales... es decir, pacientes que con independencia de cual fuera su evolución no tenían indicación de ingreso en UVI. Por ello, este ha sido un grupo de enfermos estable en Rondilla.

Las estadísticas dicen que en el área covid del viejo Río Hortega falleció uno de cada cuatro pacientes con coronavirus que ingresaron, 113 de 418... 

El objetivo fundamental que tenía el edificio Rondilla era poder acoger y tratar humana y técnicamente a pacientes que, con independencia de la evolución, no era previsible la necesidad de cuidados intensivos. Hay que tener en cuenta que la edad media de los 418 enfermos que hemos tenido en Rondilla ha sido de 86 años. Si analizamos cuál ha sido la mortalidad que ha habido entre los pacientes de esa edad en los hospitales generales, veremos que el porcentaje es prácticamente el mismo al del edificio Rondilla.

¿Y cuántos de esos 418 pacientes han sido de fuera de Valladolid?

Este ha sido un dispositivo que, aunque se ha ubicado en Valladolid, tenía un carácter regional. El 60% de los 418 pacientes procedían de Valladolid capital, un poco más del Clínico que del Río Hortega, pero porcentajes parecidos. Y el otro 40% procedía de Palencia (18%), Medina del Campo (7%), Burgos, Segovia y Ávila (4%) y Zamora (2%).

Lógicamente, esto también se explica, aparte de por cuestiones geográficas, obviamente, porque todas las ciudades menos Segovia y Valladolid tienen un hospital de mediana complejidad que puede ser complementario al hospital general.