Los sindicatos de Iveco y la Dirección de la empresa ya han comenzado la negociación del nuevo convenio colectivo después de que haya finalizado el periodo de aplicación del anterior, muy condicionado por la pandemia. De hecho, dadas las circunstancias, se firmó a mediados de 2020 con un periodo de vigencia de solo un año y con congelación salarial a cambio del compromiso de la empresa de no plantear despidos al menos hasta el 31 de diciembre, además de complementar el ERTE hasta el 82 por ciento del salario.
En una primera reunión, celebrada el pasado 23 de marzo, los trabajadores anticiparon que aspiran a un convenio de varios años y con incrementos salariales por encima del IPC. A diferencia de lo que sucedió en la reciente negociación de Renault, donde todos los sindicatos acudieron en una plataforma común, en esta ocasión cada uno de ellos ha presentado una propuesta diferente, aunque siguen trabajando para unificar criterios.
Por ejemplo, CCOO defiende un convenio de cuatro años con un incremento salarial del IPC real más un punto o, en su defecto, un aumento del 2,5 por ciento en cada uno de los años para todos los conceptos salariales y ayudas sociales, con cláusula de revisión salarial con carácter retroactivo. También propone la creación de un premio de fidelidad cuando se cumplan 25 años en la empresa de 800 euros o de un día de permiso individual por cada uno de esos 25 años, e incrementos en otra serie de pluses. Respecto a la jornada, propone reducir ocho horas al año y unas vacaciones de 22 días laborables al año; y en cuanto a los aspectos sociales, pide la puesta en marcha de una guardería y un comedor, entre otras medidas.
UGT coincide con CCOO en pedir un convenio de cuatro años (2021-2024) con subida salarial de IPC más un punto. Además, propone aumentar la gratificación de resultados a 1.200 euros anuales y la paga de polivalencia a 300 euros. Además, el sindicato quiere que la empresa se comprometa a convertir 45 contratos eventuales en indefinidos. Por otro lado, pretende eliminar medidas de flexibilidad como la prolongación de jornada de media hora y que las jornadas de flexibilidad pasen a compensarse con 80 euros, en lugar de los 67,89 actuales. UGT también quiere, de cara a cobrar el plus de presencia, que no se computen como absentismo las dos primeras horas de salida al especialista, las salidas para atender deberes con la Justicia, el permiso de defunción de familiar de segundo grado y el acompañamiento a un menor dependiente con discapacidad o enfermedad grave.
Por su parte, CGT prefiere un convenio de tres años con unas subidas salariales más generosas: IPC+2,5 por ciento el primer año e IPC+1,8 por ciento los dos restantes. Además, quiere que la paga variable trimestral se incremente en 2021 de 1.000 a 1.200 euros y llegar a los 1.400 en 2023. CGT también quiere eliminar las medidas de flexibilidad que existen para dar respuesta a los picos de mercado, a los que pretende atender con más contrataciones. Otra de las medidas que propone es la creación de un plan de rotaciones para que los empleados de más de 45 años o más de 20 años en la empresa realicen los trabajos con menor carga física en cada uno de los departamentos.
Evidentemente, en todos los casos se trata de una propuesta de máximos que todavía no ha obtenido respuesta por parte de la empresa. De hecho, Iveco todavía no ha presentado la suya. Lo que parece claro es que los trabajadores quieren acabar con la austeridad del último convenio, pese a la pandemia, porque los resultados de Iveco Valladolid en el segundo semestre del año pasado estuvieron por encima de las previsiones. De hecho, entre septiembre de 2020 y marzo de 2021 se contrató a unas cien personas para aumentar la producción. 35 entraron en septiembre, poco antes de que la Dirección aumentase la producción a 134 vehículos al día. En marzo de este año ya eran 142, la producción diaria más alta desde el año 2015. Este mismo sábado la fábrica trabajará para atender el alto volumen de pedidos que tiene.