Las misas no paran por el coronavirus

M.B.
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La mayoría de las iglesias y parroquias de Valladolid han seguido celebrando el culto, muchas a puerta cerrada y emitido por redes sociales; otras con la 'puerta abierta' y con un puñado de feligreses

Las misas no paran por el coronavirus - Foto: mir_ical

Según el barómetro del mes de marzo que elabora el CIS, el 19,5% de los encuestados aseguraba ser «católico practicante». De ellos el 10,9% declaraba que asiste a misa u otros oficios religiosos «todos los domingos y festivos» y el 1,8% «varias veces a la semana». La crisis por la pandemia de la covid-19 ha impedido a los feligreses acudir a los templos, algo que sí podrán desde este lunes, aunque en Valladolid la mayoría han seguido celebrando culto.

La Catedral, San Lorenzo, María Auxiliadora, San Lorenzo o San Ramón Nonato son solo algunos ejemplos de las iglesias y parroquias que han mantenido sus misas diarias desde la declaración del estado de alarma. En la capital son varias más. Igual que en la provincia: San Miguel Arcángel, en Pozal de Gallinas; Santa María de los Mártires, en Íscar; Santísimo Salvador, en Simancas; San Pedro Apóstol, en Zaratán; Asunción de Nuestra Señora, en La Seca; San Ildefonso, en La Cistérniga; o Santiago Apóstol, en Cigales.

La mayoría a puerta cerrada –algunos usando las nuevas tecnologías, como canales de YouTube para sus parroquianos– aunque también ha habido casos de a ‘puerta abierta’ y con un puñado de feligreses. Como las Angustias que, pese a no celebrar todos los días, sí ha estado abierta y recibió a algunos habituales en Semana Santa; o la Veracruz, con la misa en honor del Lignum Crucis 2020.

Porque, como se recuerda desde el Arzobispado de Valladolid, el estado de alarma no obligaba a cerrar los templos. Es más, el propio arzobispo, Ricardo Blázquez, no ha dicho que haya que hacerlo. «Simbólicamente que estén abiertos es importante para un católico, que puede hacer el signo de la cruz al pasar por uno de ellos», señalan desde la Archidiócesis.

En este sentido, el decreto del estado de alarma del pasado 14 de marzo refleja que «la asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas, en función de las dimensiones y características de los lugares, de tal manera que se garantice a los asistentes la posibilidad de respetar la distancia entre ellos de, al menos, un metro».

De ahí que pese a que la recomendación de la Conferencia Episcopal y de la Arzobispado de Valladolid haya sido la de quedarse en casa y seguir las eucaristías desde los domicilios, los párrocos han tenido libertad absoluta en sus templos, cerrando en algunos casos y manteniendo las puertas abiertas en otros. «Los más jóvenes han sido los más valientes en estos casos», señalan desde la Archidiócesis, que ha notado un aumento cuantitativo de seguimiento de los cultos a través de las nuevas tecnologías.

Apertura

Mientras en zonas como Alaejos o Mayorga ya se han podido celebrar misas con cierta normalidad, en el resto de las zonas se está a la espera de abrir (en principio este lunes con el 30% del aforo). Y la Diócesis ya se está preparando, con geles, separación en los bancos... «Se han asumido las recomendaciones de la Conferencia Episcopal». Estas se basan en permitir la asistencia grupal, «pero no masiva», a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias. 

Se ha pedido aumentar el número de celebraciones cuando haya mayor afluencia de fieles, «a fin de descongestionar los templos»; se recomienda que los fieles hagan uso de mascarilla; que las pilas de agua bendita estén vacías; y que las puertas de las iglesias se mantengan abiertas a la entrada y salida de las celebraciones. Además se evitarán los coros, el cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, el saludo de la paz se podrá sustituir por un gesto evitando el contacto directo; y se desinfectará al final de la misa el templo, entre otras medidas

También el Centro de Conservación y Restauración de la Fundación Las Edades del Hombre ha habilitado canales de consultoría para el tratamiento y manipulación de bienes artísticos en la desescalada.