La Junta de Castilla y León restaurará el relicario y el retablo de la Inmaculada de la iglesia de Santa María Magdalena de Matapozuelos, según ha anunciado este lunes el consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, que ha visitado el templo acompañado del alcalde del municipio y presidente de la Diputación Provincial, Conrado Íscar, y del delegado de patrimonio del Arzobispado, Jesús García Gallo.

El consejero ha defendido la colaboración entre instituciones que ha permitido esta actuación enmarcada en el Plan de Conservación Preventiva de la Junta para determinar intervenciones que se pueden realizar sobre determinados bienes antes de que vaya a más su deterioro.

La intervención, que se realizará 'in situ' durará unos cuatro meses con un coste de 40.000 euros y correrá a cargo de un equipo integral y multidisciplinar del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castila y León y se llevarán a cabo con la metodología y criterios (integridad, singularidad) de trabajo del Centro, dentro del programa de Conservación.

Se realizan a partir del conocimiento exhaustivo de los bienes por un equipo multidisciplinar de técnicos y profesionales. Una vez finalizada la intervención se establecerán las recomendaciones de conservación, así como los criterios y las normas para la manipulación de las piezas.

El consejero ha defendido que con ello se aporta "otro grano de arena más" a la riqueza patrimonial de la Comunidad como creador de riqueza y recurso turístico, amén de su carácter religioso.

Por su parte, Conrado Íscar ha reconocido que el "grandísimo patrimonio" con que cuenta Castilla y León "dificulta su conservación" y se ha mostrado agradecido por que se realice en un bien como el de su municipio.

Sobre este "esfuerzo" se ha referido también Jesús García Gallo, quien ha mostrado toda la disposición de la Iglesia Católica para el sostenimiento y puesta al día de los bienes patrimoniales ubicados en este templo.

A lo largo de este año, la Consejería de Cultura y Turismo ha puesto en marcha un programa de inspección y planificación del mantenimiento de los Bienes de Interés Cultural de Castilla y León, que se centra en distintos aspectos instrumentales en cuanto al análisis de los elementos del patrimonio cultural más representativos de esta Comunidad.

El cuidado del patrimonio requiere ir implantando día a día nuevas medidas de conservación preventiva y gestión permanente e innovadora, acordes con la importancia de los bienes culturales y su realidad territorial. Con la puesta en marcha de este programa se quiere dar el primer paso para implementar un sistema de conservación global del patrimonio, que incluye una primera fase de control 'in situ' del estado de conservación de los Bienes de Interés Cultural de Castilla y León.

Se trata de un trabajo sistemático que sienta las bases para conocer de forma programada el estado de conservación de los bienes estudiados y permite tener un conocimiento preciso y suficientemente actualizado de cada bien.

Por ello, se ha realizado una visita de inspección en este templo de Santa María Magdalena con el fin de evaluar sus condiciones de conservación, tanto de los aspectos arquitectónicos como de los bienes muebles que alberga. La iglesia parroquial cuenta con elementos de especial interés histórico-artístico, tales como los retablos, pinturas y esculturas que se encuentran distribuidos en las naves y dependencias del templo. Este seguimiento del estado de conservación ha permitido determinar que, de entre todos ellos, los de mayor interés y que peor estado de conservación presentan son el armario relicario, situado en el presbiterio del templo y el retablo de la Inmaculada, ubicado en el testero de la nave del Evangelio.

Los principales deterioros del armario relicario afectan a la adhesión y cohesión de los estratos de aparejos de las puertas, numerosos y especialmente generalizados en las molduras. Además, se aprecia un oscurecimiento de las pinturas y policromías debido a depósitos de suciedad y oxidación de barnices que merman y alteran el cromatismo de los batientes de las puertas. Las pinturas de las decoraciones de la hornacina presentan deterioros puntuales debidos a roces y golpes. Los trabajos de restauración del armario relicario deben realizarse 'in situ', ya que el desmontaje de las puertas provocaría deterioros. Dichos tratamientos deben tener como objetivo la conservación y restauración de todos los elementos materiales y aspectos estéticos.

Respecto al retablo de la Inmaculada, el principal deterioro es el derivado de la modificación de la hornacina de la calle central que merma considerablemente a su valor histórico-artístico. Otros deterioros afectan a los soportes de las pinturas que presentan faltas y roturas, así como oscurecimiento generalizado del conjunto de elementos originales consecuencia de los estratos de suciedad y barnices alterados que alteran el brillo de los dorados, policromías y pinturas. Los trabajos de restauración a realizar deben estar encaminados a la recuperación formal de la traza arquitectónica original, así como a la recuperación estética de todos los elementos del retablo.