El comercio de barrio, en grave crisis

M.B
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La venta online y los centros comerciales acaban con los negocios locales, de proximidad. La avenida de Segovia es uno de los mejores ejemplos de esta crisis. Hace algo más de una década fue una de las más ricas y hoy cuenta con 15 locales cerrados

El comercio de barrio, en grave crisis - Foto: Jonathan Tajes

El comercio de proximidad, el de los barrios, se muere poco a poco. No es algo nuevo. Pero es algo que está empezando a ser habitual, demasiado habitual, en Las Delicias, La Rondilla, La Victoria, Pajarillos... incluso en el centro de Valladolid. Un paseo por cualquiera de esos barrios, por el que quiera, deja una imagen desoladora en muchos casos. Calles que, no hace muchos años, eran consideradas «un bombazo» para cualquier negocio hoy en día muestran locales y más locales con las vallas cerradas, con carteles de ‘Se alquila’ o ‘Se vende’, que generan dudas entre los comerciantes que siguen en la zona y los nuevos que quieren instalarse en ella. Un ejemplo de esta crisis se vive en la avenida de Segovia, en el tramo entre la plaza del Carmen y Farnesio, con quince establecimientos cerrados. La que fue una de las calles más ricas de Valladolid, la más parecida a Santiago -algunos la llaman la calle Santiago de Las Delicias- o Mantería, hoy aún mantiene el movimiento y el ruido de sus gentes, pero sin la misma vida comercial de hace una docena de años. Y no es un islote en la ciudad. Pasa igual en otros barrios, en la mayoría de los de Valladolid.

«La respuesta al porqué nos encontramos con esta imagen es muy sencilla. El envejecimiento de la población, no hay renovación de sus gentes; la vente online a través de internet; los centros comerciales y el propio nivel económico, en una zona donde los precios de los pisos está haciendo que mucha de la gente joven se vaya a vivir a pueblos cercanos». La explicación, así del tirón, no la da ningún político ni ninguna asociación. La dan los propios comerciantes de la zona. Iñaki, de Mundo Zoo, y Miguel, de Anmi Moda Joven, explican las razones de que esa calle, que consideraban un bombazo, haya dejado de serlo: «Si a eso añadimos el problema de aparcamiento y el hecho que los alquileres no bajan el precio...».

La avenida cuenta en este tramo con nueve entidades bancarias (Cajamar, BBVA, KutxaBank, Banco Sabadell, Caja Rural, Laboral Kutxa, Santander -dos oficinas- y Caixa Bank), lo que invita a pensar en un trasiego importante de personas y de dinero. «Hay un dicho que dice que si hay bancos, el comercio no funciona», apunta Iñaki, uno de los que tuvo que cambiarse de local por los altos precios.

El comercio de barrio, en grave crisisEl comercio de barrio, en grave crisisAdemás de las nueve entidades bancarias, hay una farmacia, un estanco, tres bares o cafeterías y un local de kebab, tres panaderías o despachos de pan, un par de agencias de viajes, un centro de idiomas, varios comercios de accesorios, bisutería y complementos, tres peluquerías, una joyería, tiendas de móviles (de grandes marcas y de reparación de), una de electrodomésticos, una de productos dietéticos, dos de calzados, una de lencería, una óptica, un herbolario, una de encurtidos y legumbres, una de fotografía, una de juguetes de niños, una de colchones, una de animales, una de caramelos e, incluso, una de tatuajes y un local de apuestas. A su lado, varias tiendas de ropa. Es decir más de medio centenar de establecimientos abiertos en un espacio de menos de 300 metros de acera. Prácticamente todos los servicios están a la mano en una de las arterias principales de uno de los barrios más concurridos de Valladolid.

Pero, a su lado, cada día más se ven más carteles de alquiler, de particulares y de agencias. «En esta calle antes no había locales vacíos, incluso bancos tenían problemas para encontrar un sitio aquí», recuerda María, de Inmobiliaria A&M, que asegura que siempre ha sido una calle cara y referencia, aunque sin entrar en comparaciones con el centro (un mismo local de unos 45 metros cuadrados cuesta aquí 450 euros y en María de Molina, 1.000). «Ahora cuesta más que se alquilen los locales y creo que tienen más salida los grandes que los pequeños», aseguran en Inverolid: «Si fuese en 2005 o 2006 estaba todo ya alquilado». «Internet es una competencia muy fuerte y el pequeño comercio está sufriéndolo en todos los barrios», apuntan en 3 Inmobiliaria. «Sigue siendo una de las calles más caras del barrio», ponen el acento en Tecnocasa. «Si quieres montar un negocio es Delicias, ésta es tu calle», aclaran en Finvall. Todas estas agencias tienen locales en la avenida de Segovia y en otras muchas calles de Valladolid. Saben y conocen el mercado. Siguen apostando por esta arteria. Pero la demografía del barrio, sin apenas renovación en la población; la llegada de las compras online; el número de centros comerciales; la ausencia de plazas de aparcamiento en la zona y la carestía de la vida están acabando con su vida comercial. Hoy son 15 locales -tres de ellos abrirán pronto un negocio-. ¿Mañana? Probablemente se cierren más.