Sanidad ha arrancado esta mañana el derribo del llamado edificio Bañuelos para levantar allí las nuevas consultas externas. Situado junto al Hospital Clínico, acogía el servicio de Anatomía Patológica y la antigua central térmica, pero desde hoy una enorme excavadora se está encargando de reducir a la mínima expresión este el inmueble, trabajando desde la calle Sanz y Forés. Estos trabajos se adjudicaron por 427.419 euros y se estima que podrían acabar en poco más de dos meses, en lo que constituye de facto la vuelta a las obras de reforma del Clínico tras dos años de parones. 

Sobre ese terreno se levantará un nuevo edificio de cinco plantas y más de 16.000 metros cuadrados de superficie, conectado a través de dos galerías (una para pacientes y otra para profesionales) con el Hospital Clínico. La planta baja se dedicará a extracciones, mientras que en las cuatro superiores habrá 168 consultas y 54 espacios técnicos o de apoyo. Dentro de esta obra se enmarca la construcción de una nueva salida del aparcamiento a través de la calle Sanz y Forés, ya que actualmente, en las horas de salida de los profesionales, se forman importantes atascos en la única salida, la de Real de Burgos.