Puente presume de política de contratación de pymes locales

Ical
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El Consistorio vallosiletano adjudica a pequeñas y medianas empresas de la ciudad ocho de cada diez contratos, más del doble que la media de la UE (35%)

Puente presume de política de contratación de pymes locales

El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, expuso hoy en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP25) que se celebra en Madrid la política de contratación de pymes locales del Ayuntamiento como ejemplo de ahorro de energía para las administraciones locales, por cuanto los desplazamientos de medios materiales y personales son dentro de la misma ciudad. Una iniciativa de la que el Consistorio puede presumir, pues en la actualidad adjudica a pequeñas y medianas empresas de la ciudad ocho de cada diez contratos, más del doble que la media de la UE, que es del 35 por ciento.

En la jornada de clausura de la cumbre por el clima, la tercera en la que interviene el regidor vallisoletano, las políticas económicas frente al cambio climático por parte de los ayuntamientos fueron el eje central. El debate, organizado por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), fue inaugurad por el presidente de la organización y alcalde de Vigo, Abel Caballero, y la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera.

Durante su intervención, Puente habló sobre diversos aspectos, como la importancia en el ámbito de la promoción económica. En concreto, con la iniciativa de contratación de pymes locales el Ayuntamiento de Valladolid ha ganado los Premios Europeos a la Promoción Empresarial, de la Unión Europea, cuya entrega tuvo lugar recientemente en Helsinki. Había sido seleccionado entre las 260 iniciativas de 29 países.

La economía circular ha sido otros de los puntos que Puente ha destacado. El objetivo de la misma es que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantengan en la economía el mayor tiempo posible y que se reduzca al mínimo la generación de recursos. El concepto va más allá de las clásicas 3R (reduce, reutiliza y recicla) e incluye otras actividades, como la “reparación, la valoración, el diseño del producto o el paso del pago por producto al pago por servicio, que está ya produciendo modelos de negocio alternativos, como la economía colaborativa”.

Igualmente, señaló que la economía circular cuenta con “gran potencial para la generación de empleo” y favorece la relocalización de las actividades económicas en el ámbito local y regional. Además, “ayuda a generar nuevos modelos de producción y consumo”. También tiene un impacto positivo en la innovación, puesto que sustituye por productos unidireccionales otros de carácter “circular” y genera redes de logística inversa.

La economía circular “conlleva impactos positivos para el medio ambiente, como son la reducción de emisiones de CO2 y del uso de materias primas, así como sociales y económicos, con oportunidades para las empresas y para los ciudadanos”.

En este sentido, Valladolid firmó la Declaración de Sevilla sobre Economías Circulares en mayo de 2017 y en dos años se ha convertido en un “referente” en España y en Europa, como reconoce la OCDE en un reciente informe. Así, se ha trazado una hoja de ruta de la economía circular, que se gestiona desde la Agencia de Innovación y Desarrollo Económico, con un millón de euros destinados a esta tarea. Una gran parte se dedica a incentivar, mediante subvenciones, a los emprendedores circulares. Pero además, toda la administración municipal “trabaja en este sentido y se está involucrando a los ciudadanos, que deben ser el auténtico motor del cambio”.

 

Nuevo paradigma

El Ayuntamiento considera que la economía circular supone un “nuevo paradigma en los patrones de producción y de consumo”. “Los ciudadanos, en su papel de consumidores, pueden ejercer una influencia en ese gran cambio, exigiendo productos y servicios más sostenibles en la toma de decisiones del consumo”, señaló el Consistorio, que admite que “hay que incorporar otras variables, además del precio, como ya se viene haciendo con el consumo de energía en los electrodomésticos, por ejemplo”.

Estas variables “tienen que ver con la reparabilidad de los productos, su ciclo de vida desde su diseño hasta su reciclaje, la apuesta por el pago por servicio en lugar de poseer un producto de escaso uso, etc”.

Todas las acciones que puedan desarrollarse, a cualquier escala, “tienen un impacto positivo en la transición hacia la economía circular, incluso con pequeñas acciones en el día a día”, como son cerrando el grifo del agua y reparando las fugas, apagando las luces, separando los residuos y depositándolos en los contenedores para la recogida selectiva y consumiendo “de forma responsable”. “Son solo algunos ejemplos de cómo la transición hacia la economía circular no solo depende de los gobernantes, sino también de las pequeñas acciones ciudadanas”, concluyó el comunicado del Ayuntamiento.