El Ayuntamiento de Valladolid aprobaré la próxima semana el nuevo Reglamento Municipal de Tráfico, Aparcamiento y Seguridad Vial. Esta regulación local se adapta así a la normativa aprobada por la Dirección General de Tráfico a finales del año pasado, que incluía como gran novedad la limitación a 30 kilómetros por hora en las vías con un carril por sentido para tráfico privado. Este nuevo texto también incluye las calles que tienen una vía exclusiva para transporte público y otra para el general, como ocurre por ejemplo en la conocida como VA-10 (Poniente-Fuente Dorada-López Gómez-Doctrinos).
Este cambio afectará al 70 o 80 por ciento de las 1.845 calles de la capital, aunque también se contempla que excepcionalmente se podrá aumentar la velocidad en vías de un único carril por sentido hasta un máximo de 50 kilómetros por hora, previa señalización específica. Mientras, en vías con dos o más carriles por sentido como el Paseo de Zorrilla o la avenida de Salamanca se podrá circular a 50 km/hora, pero se rebajará a 20 en las calles que dispongan de plataforma única de calzada y acera.
Esta actualización del Reglamento Municipal de tráfico, que se aprobó en 1993, busca dar «una mayor seguridad jurídica» al Ayuntamiento de Valladolid en estas materias, y entrará en vigor este mismo mes.
PATINETES.
En la revisión del reglamento municipal también se incluye, por primera vez, la regulación de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), entre los que están los patinetes eléctricos. Estos vehículos, cuyo uso es cada día más frecuente, estaban hasta ahora en un limbo normativo, aunque el año pasado la Policía Municipal impuso 260 multas (a una media de 21 mensuales) por distintas infracciones de sus conductores.
Ahora, con la aprobación de la nueva regulación, se fija que ya no podrán compartir espacio con los peatones. Deberán circular por carriles limitados a 30 kilómetros por hora y por los carriles bici. «Quienes utilicen monopatines, patines o aparatos similares sin motor no podrán circular por la calzada, salvo que se trate de zonas, vías o partes de éstas que les estén especialmente destinadas, y sólo podrán circular a paso de persona por las aceras o por las calles residenciales debidamente señalizadas, sin que en ningún caso se permita que sean arrastrados por otros vehículos», se apuntan en el artículo 48.1 del reglamento.
Los patinetes eléctricos tampoco podrán circular por travesías, vías interurbanas y túneles urbanos. Lo que no regula esta norma es la obligatoriedad del uso del casco, ni la edad mínima exigible para conducir un VMP, que es algo en lo que no ha entrado tampoco la Dirección General de Tráfico, pero que sí se especifica para los ciclomotores y motocicletas.
El Ayuntamiento ha querido delimitar el uso de estos vehículos ante su proliferación y las peticiones de, al menos, ocho compañías de uso compartido para instalarse en la capital. Por eso también se detalla que los VMP se deberán aparcar en los espacios destinados a las bicicletas. «En el supuesto de no existir aparcamientos libres en un radio de 50 metros podrán estacionarse en otras partes de la vía pública en las mismas condiciones que las establecidas para el aparcamiento de bicicletas, estando prohibido amarrar estos vehículos a los árboles, semáforos, bancos, contenedores, papeleras, marquesinas de transporte, señalización o los elementos de mobiliario urbano cuando se dificulte el destino de funcionalidad del elemento o cuando dañe o deteriore su estado», se determina.
ORDENANZA
El Ayuntamiento también tiene pendiente de aprobar la nueva ordenanza de movilidad, que busca «racionalizar» el tránsito de peatones, la circulación y el estacionamiento de los vehículos, y el uso compartido de las vías, espacios públicos y el dominio público municipal, «integrando todo lo relativo a esta materia en una norma que impulse y lleve a la práctica los objetivos de la política de movilidad sostenible». El concejal de Movilidad, Luis Vélez, espera que esté lista este año, pero apunta que necesita «más debate» y el reglamento era «urgente».