El Fundación Aliados regresó de Gran Canaria con una abultada derrota ante un rival que se confirma como candidato al título, y que no perdonó ni uno solo de los errores cometidos por los vallisoletanos, en forma de pérdidas de balón y en el capítulo reboteador, gracias a la calidad de jugadores como Rose Marie Hollermann o el holandés Op Den Orth.

El equipo morado contaba con el importante handicap de la baja de Adrián Pérez, no solo en el capítulo anotador, sino en los esquemas tácticos, ya que se quedó sin rotaciones. Aun así, y sabiendo cómo se las gastaba el cuadro insular, salió con ganas de presentar batalla, pero pronto vio que era prácticamente imposible frenar la efectividad de tiro de los locales. Al término del primer cuarto, el cuadro canario obtuvo una renta de siete puntos (17-10).

La ausencia del interior argentino se notó mucho en el Fundación Aliados, que no daba abasto para tratar de evitar los lanzamientos del rival y que, además, pagó caras las pérdidas de balón y el desacierto en el rebote defensivo, ya que este ofrecía segundas oportunidades al contrario, con las que continuaban ampliando la ventaja (36-19).

Poco se podía hacer ante un equipo altamente eficaz, que controló el juego interior, anulando a Van Brunschot, y que se convirtió en un potente rodillo en la cancha, imposible de parar. Ahora hay que pensar ya en el próximo encuentro en casa ante el Zuzenak de Vitoria, en el que los de José Antonio de Castro deberán minimizar sus fallos, si quieren sumar una nueva victoria.