Quienes le conocen dicen que estará en Tokio sí o sí. Luis Huerta es hoy por hoy el mejor exponente de la natación vallisoletana. Tiene ya la mínima B para estar en los Juegos Paralímpicos, pospuestos de 2020 a 2021 por la pandemia de la covid. La firmó en los 200 libres de las Series Mundiales de Berlín de hace un mes. Pero aspira a más. «Hay que intentarlo, es difícil bajar tiempos pero es cuestión de entrenar», señala con sus 2:47:44 ya consolidados y consciente de que tiene que firmar 2:42 para tener la A.

Huerta habla con la naturalidad de ser un deportista de elite a sus 19 años. Lo suyo es la pileta y la natación, deporte en el que se inició a los 5 años en la piscina de La Victoria gracias a un programa para que personas son movilidad reducida aprendiesen a nadar. «A los 11 o 12 años ya me fui al Centro Deportivo Río Esgueva, donde comencé a entrenar con mi todavía entrenador, Raúl Carrasco», recuerda, añadiendo que durante varios años compatibilizó la natación con el fútbol en la escuela de la Fundación Real Valladolid. «Me gusta, me encanta ir a nadar más que conseguir resultados, es una terapia y canalizo las frustraciones del día a día», reconoce sobre lo que es su deporte y a la vez su pasión.

Campeón de España en un sinfín de ocasiones, no solo en el estilo libre, sino en el resto de modalidades... hace un mes logró esa mínima B, que deja en manos del seleccionador o del Comité su inclusión en unos Juegos para los que 24 nadadores españoles ya tienen la mínima A y otros cuatro, incluido el vallisoletano, la B.

En su palmarés, ademas de los campeonatos nacionales, destaca un sexto puesto en el Europeo de Dublín en 2018, en lo que fue su debut internacional; o un quinto en el Mundial de Londres de 2019.

En Tokio, el miembro del CD Fusión debería estar en esos 200 libres, aunque él reconoce que es más fondista y que le encantaría que los 400 o incluso los 1.500 fuesen distancias olímpicas dentro de su categoría S5: «Esas distancias las nado en Regionales u otras citas».

Este pasado fin de semana tuvo una cita con la Copa de Invierno, «para seguir con el rodaje de ritmo de competición» y el 12-13 de diciembre el Campeonato de España en Oviedo. Mientras sigue entrenando dos horas al día y estudiando Ciencias de la Actividad Física y Deporte en la UEMC. «Que me digan que soy un ejemplo de superación por ser discapacitado me repatea… que me lo digan por ser nadador y por obtener mejores resultados», matiza. Pues eso.