Pepe Rojo por fin tendrá un derbi

M.B
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SilverStorm El Salvador y VRAC Quesos Entrepinares no se veían las caras desde diciembre de 2019. Finalmente se jugará a puerta cerrada

Imagen del un derbi de la pasada temporada. - Foto: JCR

Por fin. Los campos de Pepe Rojo albergarán, un año después, un derbi vallisoletano. No se ve uno desde diciembre de 2019, cuando el VRAC Quesos Entrepinares se imponía al SilverStorm El Salvador por 14-8. Desde entonces, nada. La covid se cruzó en marzo en el camino de todos e impidió disfrutar del segundo clásico en abril. 

Así que este domingo, a partir de las 12.00 horas, regresará el encuentro más esperado por los aficionados al deporte del oval y por muchos otros vallisoletanos, que aprovechaban este partido para acercarse al rugby. Este domingo, eso sí, será un poco distinto. No habrá un lleno absoluto en Pepe Rojo. Ni colas para entrar o salir. Ni atascos en los aledaños. No habrá ni público.

Pero de lo que en El Salvador y en el VRAC se habla es de lo que va a pasar en el césped. Con una noche fresca (alrededor de 0º de mínima) se espera que la mañana vaya levantando para que se pueda ver (por la pequeña pantalla, gracias a La 7 de CyLTV, aquellos que no puedan estar en las gradas) un buen espectáculo entre dos de los grandes dominadores del rugby nacional que, como el resto de equipos, aún tienen que encontrar su sitio en esta nueva temporada.

Los chamizos ejercerán de locales. Han jugado ya dos partidos, con una victoria clara ante Burgos y una derrota por la mínima y en la última jugada en Sant Boi. Los queseros, de visitantes, llevan dos triunfos en los mismos partidos, en Sevilla y ante el Barça en Pepe Rojo, aunque en su caso no juegan desde esa segunda victoria del 1 de noviembre.

«Será un clásico muy muy atípico, y todavía más raro después de estar sin competición durante este tiempo (cuesta volver a pensar en ello aunque sea un derbi después de estas semanas)», reconoce Diego Merino, técnico del VRAC, que tiene las bajas seguras de Pablo Miejimolle y José Díaz. «Lo ideal para nosotros es que la experiencia de la plantilla en encuentros así se imponga, sobre todo en el primer cuarto de hora de cada parte, frente a las ganas de los jóvenes de El Salvador. Y aprovechar esa experiencia, y que sigue siendo en gran parte la misma plantilla de otras temporadas, para solventar problemas asociados a los partidos de comienzo de temporada», añade Merino.

Por su parte, Juan Carlos Pérez asegura que sus «objetivos no deberían medirse por resultados, aunque eso en deporte es complicado y perdiendo como el otro día duele. Hay que aprender de esas derrotas. Seguimos luchando y mejorando, ese es el objetivo». Cuenta con una sola baja, la de Emmanuel Harmatiuk; ya que recupera a Martin Du Toit. «Afrontamos el derbi con muchas ganas. Estos chicos muchos no han sido titulares y van a vivirlo así y jugando muchos minutos. Eso al final es precioso. A ver si no les puede la presión. Es verdad que va a haber menos público pero tienen que estar centrados, hay que disfrutarlo, sufriendo, trabajando y sabiendo que será el partido más duro del año. Pero se lo han merecido», aporta el técnico chamizo que no quiere ver a su rival como favorito, «aunque por presupuesto lo sea. No vamos de víctimas y estamos preparando el partido para ganarle».

El derbi de 2020, el único clásico del año, pondrá sobre el verde de Pepe Rojo algunos ingredientes que estaban olvidados: pasión, tensión, nervios, rivalidad pero, sobre todo, deporte y rugby en estado puro.