“Lo más importante es centrarnos en el desastre humanitario que vivimos, el fútbol es secundario y queda aparcado por una situación social extrema”. Javi Baraja, entrenador del Real Valladolid Promesas, tiene clara cuál es la prioridad en estos momentos y analiza la actualidad blanquivioleta en la web del club desde su domicilio, junto a su mujer, Elisa, y a sus dos hijos, Mateo y Simón. “Como casi todos los españoles estamos cumpliendo con el deber de estar en casa y preocupados con la situación que estamos viviendo. Ojalá se solucione rápido y entre todos podamos vencer al virus”, añade.

El excapitán del primer equipo habla de cómo lo afrontan sus jugadores, jóvenes y muchos lejos de sus casas: "De repente en esta situación todo cambia y tienen que darse cuenta de su obligación es estar lo mejor posible para cuando se solucione todo. Lo peor es que tienen que estar solos, lejos de sus familias, pero lo están llevando mejor de lo que esperaban, con ilusión por poder volver cuanto antes".

Sus jugadores trabajan desde el punto de vista físico para tratar de no perder demasiada forma. También han recibido análisis tácticos individualizados para evaluar cómo han rendido en lo que va de temporada y en qué pueden mejorar. Y también es fundamental el que controlen el nivel de ansiedad y no asuman demasiada carga mental.

Baraja, “satisfecho” por el paso adelante que han dado sus jugadores durante la temporada, subraya que todos se esfuerzan con la intención de “retomar el nivel” físico y futbolístico mostrado antes del parón obligado por el Covid-19. “Ojalá podamos volver pronto y podamos disputar los once partidos que restan, el objetivo sería clasificarnos para el playoff y, por qué no, pelear por ascender a una categoría superior. No está en nuestra mano decidir sobre el regreso de la competición, pero sí el hecho de estar preparados para dar el nivel que mostrábamos hasta el parón”.