El Pucela se la juega hoy en Zorrilla

M.B.
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Al Real Valladolid solo le vale la victoria ante el Athletic tras las victorias de Celta y Levante ayer. Si gana, la derrota del Girona en Getafe este mediodía le permite salir del descenso

El Pucela se la juega hoy en Zorrila - Foto: SERGIO PEREZ

El Real Valladolid volvió a puestos de descenso la pasada jornada tras su derrota en el Metropolitano -polémica arbitral, con VAR de por medio, incluida una vez más- y el triunfo del Girona ante el Sevilla. Pero tiene en su mano salir de nuevo este domingo, si bien su victoria debe ir acompañada de una derrota del Girona pierda en Getafe. Porque la permanencia está en casa, en su feudo, ante los suyos, en el estadio José Zorrilla, que este domingo volverá a vestir sus mejores galas para recibir al Athletic, al que necesita ganar sí o sí tras las victorias de Celta y Levante de ayer. 

Los blanquivioleta juegan tres finales desde este domingo y hasta el 19 de mayo, cuando se pondrá el punto y final a la temporada 2018-19. Dos en casa. Y una fuera. La primera le medirá a un conjunto que lucha por entrar en la European League y que ha ganado cuatro encuentros fuera de casa desde que llegó Gaizka Garitano a su banquillo en diciembre: en Vigo, Huesca, Girona y Leganés. En este tiempo ha perdido también cuatro encuentros, ante la Real Sociedad, el Valencia, el Atlético de Madrid y el Real Madrid; y ha empatado dos, en Vitoria y en Villarreal. Esos datos son muy similares a los de los blanquioleta lejos de su feudo.

Pero los datos se quedan en agua de borrajas en estos momentos de la temporada, en los que el Rayo es capaz de ganar sin sufrir al Real Madrid o en los que el Girona puede romper su mala racha de resultados a costa de un Sevilla que se jugaba estar en puestos de Champions League. 

En esta recta final de las temporadas suelen ocurrir cosas raras y en esta recta final es en la que el Real Valladolid se jugará seguir un año más en la máxima categoría del fútbol nacional.

Los blanquivioleta quieren abstraerse primero de la polémica arbitral. El encuentro del Metropolitano fue una repetición más de los desaguisados que está cometiendo el colectivo arbitral con la entidad vallisoletana. No ha sido el primero pero el hecho de ser ante un grande y de que jugadores y entrenador del equipo rival diesen la razón a los pucelanos ha magnificado el ‘robo’ -por cierto, el colegiado de ese encuentro, Melero López, tiene como premio ser el árbitro VAR este fin de semana del Alavés ante la Real Sociedad-. «Rabia, cólera, furia, irritación, resentimiento, coraje... todos son sinónimos que hay que transformar en tranquilidad, serenidad, entereza, aplomo, paciencia y sobre todo entrega de cara a la final que se nos presenta y vamos a necesitar de los nuestros», machacaba esta semana el capitán, Javi Moyano. Y después de esa abstracción centrarse única y exclusivamente en lo que está en sus manos, lo que va a ocurrir en el césped.

Sergio González recupera a Kiko Olivas, que se perdió el encuentro ante el Atlético de Madrid, por sanción; y no baraja muchos cambios respecto a los onces de las últimas dos jornadas, toda vez que parece que ha encontrado al idóneo para estos momentos.

Mientras, el Athletic llega a Zorrilla inmerso aún en la lucha por los puestos que dan derecho a jugar la European League. Tras un comienzo que le llevó al descenso, la llegada de Garitano le despertó hasta colocarse séptimo.