Las ciudades están hoy en el epicentro de gran parte de los retos y las soluciones en materia de sostenibilidad a nivel global y, previsiblemente, llegarán a acoger al 70% de la población mundial en 2050.

La crisis provocada por la covid-19 está suponiendo, además de cambios económicos y sociales, un replanteamiento del diseño y la planificación de las ciudades considerando aspectos como la densidad de población, la tecnología e, incluso, la seguridad alimentaria. Las urbes sostenibles demuestran ser más resilientes y capaces de adaptarse a situaciones excepcionales como la actual.

El Ayuntamiento de Valladolid tiene claro que, ahora más que nunca, es necesario construir un nuevo modelo de ciudad, en el que la sostenibilidad pase a ser un pilar fundamental en la agenda y toma de decisiones de administraciones públicas y del sector privado.

A finales de 2020, el Consistorio vallisoletano y el Ministerio de Fomento firmaron un Protocolo de Actuación mediante el cual se tomaba en consideración el Plan de Acción del municipio en materia de acciones urbanas de sostenibilidad y movilidad como proyecto piloto para la Agenda Urbana Española con la vista puesta en 2030, denominándolo como «buena práctica y experiencia transferible» para que pueda orientar a otros municipios en la elaboración de sus respectivos planes de acción. Valladolid ha demostrado con las actuaciones de los últimos años que es una ciudad pionera en materia de movilidad sostenible, la apuesta por los vehículos limpios, las tecnologías y la innovación.

El objetivo es acometer un camino que posibilite convertir la ciudad de Valladolid en un punto focal de implementación, monitorización y evaluación de un plan de acción urbano sostenible

La concejala de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, María Sánchez, presentó al Consejo de la Agenda Local 21, días después de esta firma, el documento de trabajo de la Agenda Urbana, que será el marco estratégico para avanzar en «una ciudad inclusiva, segura, resiliente y sostenible», explicó.

SOSTENIBILIDAD

La Agenda Urbana de Valladolid pretende lograr la sostenibilidad en todas las políticas de desarrollo de la ciudad, como continuación de la senda marcada por la de las Naciones Unidas, la Unión Europea y el Gobierno de España. El documento enlaza directamente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 11, sobre ciudades y comunidades sostenibles, pero incide en la consecución de los demás ODS requeridos por Naciones Unidas.

Este nuevo rumbo de planificación del desarrollo urbano integral de Valladolid supone, además, una alineación con las prioridades marcadas por Europa en el nuevo periodo de financiación 2021-2027, por lo que abrirá camino a nuevos recursos para la ciudad.

objetivos estratégicos. La estrategia se centra en 10 objetivos de primer nivel (estratégicos), que se desglosan en 30 específicos, acompañados de una serie de líneas de actuación definidas para la ciudad de Valladolid, aportando diferentes alternativas para lograr

los objetivos propuestos.

La participación ciudadana se ha puesto en marcha durante el primer trimestre de 2021, cuando los vecinos y colectivos sociales tuvieron la posibilidad de debatir aspectos como la diversidad, la calidad y la versatilidad de los espacios públicos; la potenciación de más espacios públicos (no solo cubiertos) para la generación de energías renovables; el aprovechamiento de las vías pecuarias e incorporarlas con criterios de conectividad ecológica, y la reutilización de terrenos y edificios vacantes e infrautilizados.

Entre junio y septiembre de este año está previsto que se lleve a cabo la evaluación de resultados y conclusiones sobre la participación ciudadana, así como la nueva revisión de la Agenda y su aprobación final, la difusión y formación a los principales agentes y el diseño del Plan de Acción.

TRANSFORMACIÓN

La Agenda Urbana de Valladolid se plantea en paralelo con la formulación y metodología de la Agenda Urbana Española y ambas apuntan explícitamente hacia una vocación o aspiración transformadora y sostenible en los espacios urbanos.

castilla y león. Las políticas en materia de vivienda, arquitectura y urbanismo han de servir de palanca  para  la  consecución  de  los  objetivos  de  desarrollo  sostenible,   dada  su  contribución,  y  con  repercusión  desde  una  óptica medio ambiental.  La  estructura administrativa actual asimila la vivienda y la arquitectura a  las  políticas  de  infraestructuras.  El  urbanismo  ha  adquirido  una  consideración relevante en los últimos años al transcender a una perspectiva exclusivamente inmobiliaria.

En lo que se refiere a los aspectos medioambientales relacionados con garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos, Castilla y León dispone de una Red de Control de la Calidad del Aire con  22  estaciones  fijas  y  una  unidad móvil que realiza medidas en las localidades que no disponen de estación y evalúa la representatividad de las estaciones fijas. Además, la región cuenta con cinco estaciones  gestionadas  por  el  Ayuntamiento  de  Valladolid y 27 se incluyen en redes privadas gestionadas por instalaciones potencialmente contaminantes de la atmósfera.

Para el conocimiento y control de la calidad del aire se utiliza también la estación de  la  Comunidad  de  Madrid,  situada  en  San  Martín  de  Valdeiglesias,  y  las  dos  estaciones   gestionadas   por   AEMET   pertenecientes   a   la   Red   EMEP   (European   Monitoring and Evaluating Programme), que controla la contaminación de fondo y está dedicada  a  la  observación  de  la  contaminación  química  de  la  atmósfera  a  escala  regional, lejos de fuentes contaminantes.

españa. La nueva Agenda Urbana pretende poner en marcha ciudades inclusivas, procura crear un vínculo de refuerzo entre urbanización y desarrollo y configurar asentamientos humanos fundamentados en la equidad, la justicia y la paz, bajo el principio global de no dejar a nadie atrás.

La irrupción de modelos de crecimiento disperso y diseminado generó la aparición de nuevas urbanizaciones residenciales de baja densidad, con un alto consumo de suelo, una evidente separación o zonificación por usos y una elevada dependencia del vehículo privado, con los consiguientes impactos sociales, medioambientales y energéticos.

España presenta un acusado envejecimiento de su población y un alto índice de despoblación rural, que plantea importantes desequilibrios territoriales. Se ha incrementado el riesgo de pobreza y exclusión social, que se agudiza en los entornos urbanos.

La vulnerabilidad al cambio climático crea la necesidad trabajar en mitigar los riesgos. Las prioridades de actuación pasan por reducir el impacto ambiental negativo de las ciudades, atendiendo especialmente a la calidad del aire y a la gestión de residuos.

OBJETIVOS ESTRATÉGICOS

1. Ordenar el territorio y hacer un uso racional del suelo, conservarlo y protegerlo.

2. Evitar la dispersión urbana y revitalizar la ciudad existente.

3. Prevenir y reducir los efectos del cambio climático y mejorar la resiliencia.

4. Hacer una gestión sostenible de los recursos y favorecer la economía circular.

5. Favorecer la proximidad y la movilidad sostenible.

6. Fomentar la cohesión social y buscar la equidad.

7. Impulsar y favorecer la economía urbana.

8. Garantizar el acceso a la vivienda.

9. Liderar y fomentar la innovación digital.

10. Mejorar los instrumentos de intervención y la gobernanza.