El Valladolid Tierno Galván perdió su imbatibilidad en la segunda fase de la División de Honor Juvenil, al perder este fin de semana en la pista del 5 Coruña FS (9-8), con lo que deberá esperar al encuentro de la última jornada ante el O Parrulo Ferrol para ratificar su primera plaza del grupo.

El conjunto vallisoletano cayó frente al tercer clasificado, 5 Coruña FS. Lo hizo en la reanudación del encuentro tras una seria y solvente primera parte de partido en la que superó con destreza dos embarazosos avisos de alarma en el marcador (1-0) y (2-1).

Las ventajas logradas por el conjunto gallego en unos alocados y desmelenados primeros minutos de juego tuvieron el punto de sutura y corrección en tres bellas acciones de corte individual. Villos lograba la primera igualada en el marcador de tiro seco tras una bella internada por el centro de la cancha (1-1) y Diego hacía las delicias con dos goles de majestuosa ejecución.

El primero, que significaba la segunda igualada en el marcador (2-2), de tiro ajustado al palo tras una vertiginosa cabalgada por la banda y el segundo, desde campo propio en un balón bombeado que pilló al guardameta gallego adelantado (2-3).

A partir de ese instante, la plantilla de Garci ordenó el juego, impuso el dominio en cancha y en dos nuevos latigazos se fue en el marcador. Rubén sacó petróleo de un balón perdido al borde del área (2-4) y Villos acertó en el astuto remate en el primer palo a diecisiete segundos del final tras la medida asistencia en el saque de esquina botado por Mario (2-5).

Veinte lujosos primeros minutos de los de Garci y un segundo tiempo por delante en los que lo lógico era apuntillar a un rival que se vio desbordado. La lógica falló y fue el conjunto gallego el que tomó mando en plaza y el que se hizo con el timón del partido. Un error en la elaboración dio pie a un gol local que cambió la dinámica de partido (3-5). A renglón seguido, el plantel gallego aprovechó un penalti y una falta directa para equilibrar la balanza en los diez primeros minutos de juego (5-5).

Vuelta a empezar y regreso a un complicado escenario en el que la nave gallega se alió con el factor anímico y mental. Un tiro de Mario enfocado a portería rival y que encontró en Antonio la resolución final alivió de forma momentánea la incertidumbre en el luminoso del pabellón (5-6).

Si alocados, desmelenados y desbocados fueron los treinta primeros minutos de partido, los ocho últimos fueron de verdadera locura. El cuadro gallega aprovechó la inseguridad de la plantilla de Garci en dos nuevas acciones y un gol en propia puerta para remontar de manera increíble el adverso marcador y encarrilar el partido en los compases finales con dos goles de diferencia (8-6).

Mario de doble penalti aportaba un rayo de esperanza para al menos forzar la igualada (8-7) pero otro nuevo zarpazo local hurgaba en la herida vallisoletana (9-7). A dieciocho segundos para el final, Vara aminoraba distancias (9-8) y dejaba para los últimos segundos la resolución de un choque que dio para otra nueva y clara oportunidad en el último suspiro que desbarató el guardameta gallego.

Al final, la plantilla de Garci desperdició la primera oportunidad de sentenciar la primera plaza de grupo y deja para la última jornada la definitiva resolución.