Las Comunidades Autónomas siguen, un día más, pendientes de las decisiones de sus tribunales superiores. Expirado el estado de alarma, la balanza de los jueces se inclina más a favor de limitar reuniones y cierres perimetrales en municipios con alta incidencia que a mantener los toques de queda.

Murcia y Galicia han sido las dos últimas regiones que han conseguido el aval de sus tribunales para limitar a seis las reuniones de personas no convivientes, en el primer caso, y prohibirlas durante la madrugada en el segundo.

En general, la Justicia no parece proclive a que se mantengan los toques de queda: solo autorizados de momento en Baleares y la Comunidad Valenciana, y rechazados en el País Vasco, Canarias y Navarra.

Sin embargo, hay margen para la diferencia. El Alto Tribunal gallego dio ayer luz verde a la prohibición de reuniones entre no convivientes entre la una y la seis de la madrugada en toda la comunidad.

Así, en la Comunidad de Madrid, y con la fiesta de San Isidro en ciernes, la presidenta Ayuso anunció que descarta pedir esta medida para evitar «tortazos en los juzgados».

El País Vasco, por su parte, fue la primera comunidad en la que el Tribunal Superior de Justicia rechazó mantener el toque de queda nocturno, por eso, el lehendakari Íñigo Urkullu, garantizó ayer el «empeño» de su Gobierno para que se guarden medidas de seguridad en los próximos tres meses, «las únicas que están en nuestras manos».

Por su parte, en Canarias, su presidente Ángel Víctor Torres confirmó que, en principio, el Ejecutivo no recurrirá la supresión del toque de queda aunque sí la eliminación del cierre perimetral, ya que entiende que esta última medida junto con la limitación de los grupos son esenciales para controlar el virus.

En Navarra, el vicepresidente Javier Remírez aseguró que van a continuar con una «flexibilización» de las medidas adaptada a la normativa y a las resoluciones judiciales.