El laudo arbitral ha dado la razón a los trabajadores de Lingotes Especiales, que cobrarán el Índice de Precios al Consumo (IPC) de 2022. Según informó el presidente del Comité de Empresa, Óscar Garrido, se desestiman las pretensiones de la compañía, que había solicitado un 'descuelgue' de convenio para no aumentar el sueldo de los trabajadores en este ejercicio. La compañía había alegado tener un nivel de producción de en torno al 60 por ciento respecto a antes del comienzo de la crisis y pagar un precio duplicado por sus materias primas, mientras que los costes energéticos se habían cuadruplicado.

Tan complicada se había tornado la situación que a finales del año pasado la empresa solicitó un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de 32 días hasta el 30 de junio de este año. No obstante, todavía no se ha aplicado ninguna parada porque los sindicatos lo han denunciado en el Juzgado al entender que no está justificado. 

Así, la plantilla sí cobrará el IPC, a excepción del 0,5 por ciento a mayores del IPC. El convenio refleja una subida de los salarios equivalente al IPC real más 0,5 puntos. Teniendo en cuenta cómo está la inflación, fuentes consultadas por este periódico obligará a la empresa a subir los salarios cerca de un siete por ciento, una medida que consideraba "inviable". 

Lingotes recurrió a la reforma laboral de 2012 para aplicar lo que se conoce técnicamente como inaplicación del convenio. Es decir, un descuelgue de las condiciones pactadas por motivos económicos. Según fuentes sindicales, Lingotes aducía que en los dos últimos trimestres había tenido un nivel de ventas inferior al del mismo periodo del año pasado, lo que le permitiría acogerse a esta cláusula y dejar de aplicar el convenio. "Es una medida para salvar la empresa", señalaron fuentes de la compañía.