1.000 euros por niño

EFE
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Aunque los pediatras aseguran que el calendario vacunal del Ministerio es muy bueno, recomiendan algunas dosis que no están financiadas por la Sanidad Pública y que tienen un alto coste para los padres

Como cada año, la Asociación Española de Pediatría (AEP) publicó hace unas semanas sus recomendaciones de vacunación en la infancia y adolescencia, entre las que se encuentran algunas vacunas que no están financiadas por la Sanidad Pública y que tienen un coste para los padres de hasta casi 1.000 euros por niño. Se trata, de nuevo, de que previenen contra el meningococo B, el rotavirus, el virus del papiloma humano (en el caso de los chicos) y una dosis de la tetravalente frente a la meningitis (serogrupos A,C, W, Y) y la tosferina en adolescentes. 

En sus recomendaciones, el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (CAV-AEP) asegura que para elaborar estas pautas se ha tenido en cuenta «la evidencia disponible sobre la efectividad, la eficiencia y la seguridad de las vacunas, así como la epidemiología de las enfermedades inmunoprevenibles en nuestro país».

Una de las novedades en el calendario de este año, comentaba el coordinador del CAV-AEP, Francisco Álvarez, es que los pediatras ya no distinguen por colores en su gráfico entre las vacunas financiadas y las no financiadas porque consideran que «los niños españoles deben tener un calendario de máximos» y todas ellas deberían ser costeadas por la Sanidad Pública.

Se felicita también por que el Ministerio de Sanidad haya elaborado un Calendario común para toda la vida al que incorpora en los últimos años la vacunación antineumocócica y frente a la varicela, el adelanto a los 12 años de la inmunización frente al virus del papiloma humano (VPH) en chicas y contra el meningococo (A,C, W, Y). «La verdad es que el calendario del Ministerio es muy bueno, pero tenemos que buscar la excelencia», subraya Álvarez. 

Por eso el documento de los pediatras insiste en que «quedan pendientes» algunas reivindicaciones como la preventiva de la tosferina en los adolescentes y la del VPH en varones de 12 años, la antirrotavirus y la antimeningococo B en lactantes, además de la antimeningocócica tetravalente a los 12 meses.

«Se estima deseable que se hiciera un esfuerzo económico colectivo que permita la financiación de un calendario sistemático completo para los niños que viven en España», reclaman. 

El hecho de que estas vacunas no estén incluidas en el calendario aprobado por la Comisión de Salud Pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el pasado mes de noviembre supone un gasto aproximado de entre 800 y 1.000 euros por niño para cada familia que quiera seguir las recomendaciones de la AEP. 

Esta cantidad incluye las dos o tres dosis de la vacuna contra el rotavirus que se pone a los lactantes y que cuesta entre 69 y 93 euros en función del laboratorio; hasta cuatro dosis de la antimeningocócica B (de unos 105 euros la unidad) para bebés; y una dosis a los 12 meses de la antimeningocócica tetravalente (A,C,W,Y), que cuesta cerca de 55 euros.

A estas habría que sumar, solo en el caso de los varones, dos dosis de la vacuna frente al VPH (que la Sanidad Pública financia solo a las chicas), con un coste de entre 120 y 155 euros cada una en función del laboratorio y una de la tosferina para adolescentes que ronda los 30 euros.

Aunque todas estas vacunas no figuran en el calendario general, varias comunidades sí financian alguna de ellas para sus residentes. Si no se subvencionan, los pediatras al menos solicitan nuevas formas de financiación para facilitar que las familias puedan adquirirlas, como un sistema de copago, que a juicio de Álvarez, podría ser la forma «más equitativa» para que todos los niños tuvieran acceso.

Un comité nacional

El coordinador de la CAV reivindica, asimismo, la creación de un Comité Nacional de Inmunización que incluya no solo a las administraciones, también a pacientes y a sociedades científicas y cuyas recomendaciones «pueda seguir todo el mundo».

La Comisión de Salud Pública, formada por el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas, descartó en marzo del pasado año el apoyo económico de la vacuna contra el meningococo B al considerar que «no se cumplen los criterios en relación a efectividad y seguridad» y descartó que la decisión se debiera a motivos económicos.

Sanidad, sin embargo, sí modificó entonces la pauta frente a la meningitis con el fin de cubrir a los adolescentes de más variantes de esta enfermedad con la incorporación de la vacuna tetravalente (serogrupos A, C, W e Y).

El departamento que dirigía en aquel momento María Luisa Carcedo argumentó que la situación epidemiológica mostraba un descenso del número de casos por meningococo B, que la vacuna no protegía frente a todas las cepas circulantes en España y que, además, tenía una alta reactogenicidad (fiebre, dolor en la zona de inyección, etc.) al administrarla a la vez que otras vacunas.