La desescalada llega con las UCI aún como a finales de abril

A. G. Mozo
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La Junta reabre el lunes bares, centros comerciales y gimnasios, pero condiciona la desactivación de más restricciones a que las unidades de críticos estén ocupadas por menos de un 25% de pacientes covid. Ahora mismo las de Valladolid están al 41%

UCI del Hospital Río Hortega. - Foto: ICAL

La desescalada de la tercera ola de la pandemia del SARS-CoV-2 dará este lunes su primer gran paso con la reapertura –con limitaciones de aforo– del interior de los bares y restaurantes, los gimnasios y los centros comerciales. En realidad será el tercer paso que da Castilla y León tras la desactivación (el día 20 de febrero) del cierre perimetral provincial y la ampliación (desde el día 26) del horario de las terrazas y negocios hasta las diez de la noche. Restricciones que se activaron el 13 de enero y que, según defiende la Junta, han resultado claves para la contención de una tercera ola que acumuló 15.723 contagios y 369 muertes solo en los meses de enero y febrero.

La tercera ola ha marcado casi todos los picos de la pandemia en Valladolid, con 107 ingresados en las unidades de críticos y con tasas de incidencia acumulada a catorce días que han llegado a alcanzar los 1.534 casos por 100.000 habitantes en la parte más cruda de esta fase que se pretende que sea la última antes de que la vacunación surta efecto.

Aunque la Junta venía utilizando la incidencia acumulada semanal como termómetro de la pandemia, el Ministerio de Sanidad ha fijado el grado de ocupación covid en las UCI y la incidencia acumulada (IA) a 14 días como los dos principales indicadores de cara al proceso de desescalada de cada autonomía, siguiendo el ‘semáforo’ pactado en otoño y que sitúa en el nivel 1 (el de riesgo ‘bajo’) la fase de control de la pandemia, lo que exige que la IA a 14 días esté por debajo de los 50 casos por 100.000 habitantes.

LA INCIDENCIA, COMO EL 9 DE MAYO

Valladolid se mueve en la franja de los 250-300 contagios semanales y para alcanzar esa ratio de 50 casos por 100.000 en la IA a 14 días tiene que bajar justo a la mitad. En todo caso, se mejoran ya las cifras de la última fase de la desescalada de la segunda ola –las que se dieron en los últimos días de diciembre– y se está ahora mismo igual que el 9 de mayo (había una ratio de 104), cuando se puso en marcha el proceso de desconfinamiento de la primera ola; y como a mediados de agosto, cuando ya empezaba a gestarse la segunda.

La provincia lleva más de un mes reduciendo día a día su incidencia acumulada, desde ese 27 de enero en que se marcó el pico de 1.534 a los 100 notificados el jueves 4 de marzo, en una drástica caída que, solo en el último mes, ha sido del 90%. Primero se abandonó ese nivel 4 que indica riesgo ‘extremo’ de contagio y fase de transmisión comunitaria del virus. Luego se bajó al 3 durante apenas unos días, para instalarse en un nivel 2 que, con los datos de los últimos días sobre la mesa, no parece fácil de dejar atrás en pos del anhelado nivel 1, puesto que, para ello, los contagios diarios deben bajar a la franja de los 15-20; y eso es algo que no pasa desde la primera semana de agosto.

LAS UCI, COMO EL 23 DE ABRIL

Más despacio van las cosas en las UCI de Valladolid, donde los pacientes covid se han reducido en un 40% en el último mes y hay 60 ingresados, que son los que había el 23 de abril (eran 61, para ser exactos, en la fase de desescalada de la primera ola) y después del puente de la Constitución (en la segunda).

La Junta ya ha advertido de que no permitirá avances provinciales en la desescalada con las unidades de críticos con más de un 25% de contagiados. Clínico y Río Hortega acumulan ahora esos 60 pacientes covid y para poder llegar a esa ratio tendría que haber unos 30-35, en función del número de camas UCI que se mantengan activadas, ya que la realidad es que ambos centros continúan funcionando con las unidades de críticos por encima de su capacidad estructural (90).