Bárcenas ceba el juicio de la 'caja B' con nuevas acusaciones

EFE
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El extesorero asegura haber negociado «enterrar el hacha de guerra» con dos personas muy cercanas a la actual cúpula, afirmación que la formación rechaza y que llevará ante la Justicia

Bárcenas ceba el juicio de la ‘caja B’ con nuevas acusaciones - Foto: Fernando Alvarado

El extesorero del PP Luis Bárcenas se sienta desde hoy en el banquillo por el presunto pago en negro, con dinero de la caja b del partido, de los 888.000 euros que costó la reforma de su sede en la calle Génova. Una causa que él mismo propició al airear las anotaciones de esa contabilidad opaca.

Se trata del segundo y último proceso al que se tendrá que someter desde que en 2013 se descubriese que llegó a acumular 48,2 millones de euros en Suiza de procedencia aún no del todo aclarada, aunque la Fiscalía cree que gran parte de esa fortuna la sustrajo de esas cuentas paralelas y la amplió por medio de grandes inversiones.

Un juicio que, en cierto modo, empezó a celebrarse ya la semana pasada, o más bien a cebarse, con una carta que remitió a la Fiscalía Anticorrupción en la que manifiesta su «voluntad» de colaborar con la Justicia. Y lo hace ahora, apuntaba, decepcionado porque no se haya cumplido la promesa, que asegura se le hizo desde el que fuera su partido, de librar a su mujer de la cárcel, donde ingresó tras confirmarse su condena por la Gürtel.

Así las cosas, ayer daba un paso más en su afrenta y señalaba también al PP actual, con el que dice haber negociado, y obligaba a la dirección de Pablo Casado a defenderse. Desde la formación, negaban conversaciones con delincuentes y avisaban que denunciarán cualquier «calumnia».

En una entrevista concedida a El Mundo, Bárcenas aseguró que negoció «enterrar el hacha de guerra con el PP», concretamente con dos personas muy vinculadas actualmente al partido. No daba nombres ni apellidos, pero desde su entorno indicaron que una de estas personas formaría parte de la actual Junta Directiva. Es una acusación amplia porque este órgano de dirección, el máximo entre congresos, tiene 367 miembros.

El antiguo tesorero recuerda que no es la primera vez que abre un canal de diálogo con el PP para firmar la paz con su antiguo partido, ya que lo hizo cuando ingresó por primera vez en prisión, meses después de descubrirse su fortuna oculta. Entonces, según el periódico, Bárcenas afirma que recibió «amenazas expresas» por parte de abogados en nombre del PP y que lo que ha habido después «no son mensajes en esa línea», sino una «negociación» en la que usó a un tercero de su máxima confianza.

Sobre qué le diría ahora al expresidente Rajoy, el entrevistado afirma que nada. «Lo que espero es que se depuren responsabilidades hasta el final y que los responsables de estos gravísimos hechos paguen, como algunos ya estamos pagando por sus (o si se quiere nuestros) delitos», agrega.

 

Repudiados

Este nuevo proyectil impactó entre los populares que, apenas cuatro días después de que se hiciese pública la carta a la Fiscalía y en plena campaña de Cataluña, vuelve a ver cómo Bárcenas copa los titulares, mientras que el partido se ve obligado a defenderse, de nuevo, de sus acometidas.

Ayer mismo, el actual presidente, Pablo Casado, protagonizó un mitin en Barcelona, junto al candidato del PPC, Alejandro Fernández, pero no mencionó expresamente las acusaciones, aunque sí hizo alusiones indirectas.

Además, el partido contestaba a Bárcenas antes del acto, cuando aseveró a los periodistas que la actual dirección «nunca» ha hablado con «delincuentes» y actuará «legalmente contra cualquier infundio o calumnia de estrategias procesales que permiten mentir y difamar».

Al distanciamiento que Casado hizo el otro día de Rajoy y a la anterior etapa del partido, Génova introdujo un nuevo matiz. El actual líder fue elegido en primarias «para pasar página» de una etapa que los afiliados «no reconocen como parte de la historia de un partido fundamental para España, sino de las actuaciones de las personas que determine la Justicia», que «ya no tienen responsabilidades políticas por decisión de la actual dirección». El problema no es pues del conjunto del PP sino de «las personas que determine la Justicia».