El turismo rural aún desconoce cuándo podrá recibir clientes

R.G.R
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Las casas y hoteles rurales de la provincia se mantienen cerrados desde el inicio del estado de alarma y sin ninguna reserva con fecha concreta por el momento. El sector espera reactivarse a partir de julio

Martina Escribano, sentada en una de sus casas de El Mirador del Valle, en Villafuerte de Esgueva. - Foto: D.V.

Un futuro inmediato nada claro. Los propietarios de los establecimientos de turismo rural de la provincia auguran un verano muy bajo en reservas una vez que puedan abrir sus puertas tras la entrada en la fase 1. Afirman que el coronavirus se ha llevado por delante una de las épocas más importantes del año con la llegada de la Semana Santa y los puentes de las festividades posteriores, pero no esperan un aumento espectacular durante los meses de verano debido a la incertidumbre que ha ocasionado la crisis sanitaria. El presidente de Turismo Rural (la mayor asociación del sector en Valladolid), Luis Chico, indicó que se ha anulado prácticamente todo lo que estaba reservado para el mes de julio. «Hay que tener en cuenta que no se puede viajar entre provincias hasta la ‘nueva normalidad’ y nadie sabe ahora mismo cuándo vamos a llegar a ese punto», comenta.
Los propietarios de las casas rurales se han dado de baja por ausencia de actividad en muchas ocasiones, aunque se trata de un sector de muy diversa índole porque muchos propietarios tienen otro trabajo ajeno al turismo y eso al menos les permite tener ingresos. Pero otros dependen únicamente de sus establecimientos y lo están empezando a pasar mal. 
Los hoteles rurales se han acogido a los expedientes de regulación de empleo para sus trabajadores y no ven claro cuándo podrán reabrir sus puertas. Los autónomos con un solo establecimiento están a la espera de que llegue el momento de abrir, pero tampoco ven claro que puedan hacerlo. En ambos casos, existe un claro desconocimiento sobre los protocolos a seguir sobre la apertura de los centros. «No sabemos exactamente lo que tenemos que hacer más allá de que no se pueden usar los espacios comunes», destaca Jesús Ramos, de Residencia Real Castillo, en Curiel del Duero. «Pero qué pasa con las medidas que deben tener las personas que vengan a hospedarse», se pregunta Chico. «¿Deben traer ellos mascarillas o no?».
Otros propietarios entienden que tendrán menos problemas para alojar a las familias al contar con establecimientos de alquilar íntegro donde los huéspedes no tienen que salir de sus casas si no lo desean. «Nosotros no tenemos fecha fija para que vuelvan aquellos clientes que nos han cancelado las reservas durante los meses pasados, pero sí que nos han dicho que volverán», indica Martina Escribano, de El Mirador del Valle. 
Lo que tienen claro los propietarios es que las reservar tardarán «mucho tiempo» en llegar teniendo en cuenta que no será hasta la ‘nueva normalidad’ cuando se permitan los viajes interprovinicales. Desde la Asociación de Turismo Rural estiman que solo un cinco por ciento de los turistas que reciben llega procedente de la misma provincia vallisoletana. «Solo recibimos este tipo de turismo en navidades y cuando se celebra algún cumpleaños de una familia con muchos miembros, nada más», reconoce Chico. La mayor parte de los clientes llegan de otras provincias de Castilla y León y de Madrid. «Eso hace que hasta al menos el mes de julio no se pueden realizar viajes en un principio y para entonces habrá que superar el miedo», afirma Chico. 
Begoña Tejedor tiene dos casas rurales en Rábano, en el sur de la provincia, y se aventura a ir un poco más lejos dando el año «por perdido» teniendo en cuenta que todas las reservas que tenían hasta el mes de julio han sido canceladas. «No creo que hasta 2021 volvamos a tener una actividad más o menos normal de antes. Los clientes no van a querer venir». 
Los propietarios de las casas de la provincia tienen claro que las reservas y los viajes llegarán a última hora. Es decir, que comenzarán a recibir llamadas para organizar sus viajes a finales del mes de junio. «No nos van a llamar antes». 
Y las pérdidas que han tenido que sufragar hasta el momento «son elevadas», ya que las vacaciones de Semana Santa y todas las festividades del primer cuatrimestre del año ya están perdidas. «Son días muy importantes donde viene mucha gente y ya lo hemos perdido», aclara Chico. Ahora, queda por ver cómo responderán los viajeros durante el verano. 
La posibilidad de que tenga más tirón el turismo de interior que la masificación de las playas y la costa es más que posible y puede favorecer los pueblos más pequeños y tranquilos en busca de un menor contacto con la gente. 

 

Begoña Tejedor / Casas rurales Regidor I y II (Rábano)

Jesús Ramos, en la puerta de la Residencia Real Castillo, en Curiel del Duero. Jesús Ramos, en la puerta de la Residencia Real Castillo, en Curiel del Duero. - Foto: D.V.

«Suspendido todo incluido julio. Otros años ya había reservas para Navidad»

Begoña Tejedor ve un futuro «muy negro» para su establecimientos rurales. «Damos el verano totalmente por perdido». Así de contundente se muestra después de ver cómo la última reserva que ha tenido se produjo hace más de dos meses. Fue el 7 de marzo cuando hospedó a sus últimos clientes. Desde entonces las únicas llamadas que ha recibido no han sido para reservar, sino para anular los fines de semana que ya estaban ocupados. La situación es que todo está cancelado. «Otros años a estas alturas ya tenía reservas incluso para los días de Navidad», lamenta. «No tengo esperanzas para este verano, ya veremos el año que viene». 
Tejedor entiende que los viajeros que pudieran llegar a su establecimiento se echan atrás por el miedo que existe a realizar viajes debido a la incertidumbre existente. «No creo que mucha gente se atreva a viajar tal y como está la situación» . Afirma que de momento el golpe económico ha sido duro, ya que se ha perdido «una de las mejores épocas del año con la llegada de la primavera».  

 

María Ángeles García, en su casa rural Hansel y Gretel de Pedrosa del Rey.María Ángeles García, en su casa rural Hansel y Gretel de Pedrosa del Rey. - Foto: D.V.

Jesús Ramos / Residencia Real Castillo (Curiel del Duero)

«En un futuro no muy lejano, tendremos que pedir un crédito»

Desde el primer momento no hubo más remedio que pasar a regulación de empleo para los nueve trabajadores del hotel ubicado en el castillo de Curiel del Duero. La actividad se paró con la llegada del estado de alarma y el establecimiento cerró. Reconoce que tienen un problema porque no saben cuándo van a poder abrir. No solo se basa en el hecho de que la zona pase a fase 1, cuando podrían abrir sus puertas, sino que temen que los clientes no lleguen. El 90 por ciento de los viajeros que lleguen hasta este establecimiento en plena Ribera del Duero lo hacen desde fuera de la provincia y para eso tendrán que esperar hasta entrar en ‘nueva normalidad’. «Voy cada dos días al hotel a poner todo en orden». «Estamos un poco sobreviviendo». Afirma que las ayudas que pueden llegar de las administraciones no son suficientes y destaca que no existe ningún protocolo para la apertura del hoteles. «Yo la verdad es que no veo nada fácil la instalación de mamparas. Afortunadamente, tenemos dos comedores y podremos distanciar a los clientes».

Begoña Tejedor, en la facha de sus casas rurales Regidor I y II en la localidad de Rábano.Begoña Tejedor, en la facha de sus casas rurales Regidor I y II en la localidad de Rábano. - Foto: D.V.

 

Martina Escribano de la Cal / El Mirador del Valle (Villafuerte de Esgueva)

«Todas las reservas que teníamos se han ido aplazando sin fecha»

Todas las reservas que tenían las casas de El Mirador del Valle en Villafuerte de Esgueva se han ido aplazando sin fecha fija. Gran parte de los clientes llegan desde la periferia española. Asturias, País Vasco, Cantabria, Cataluña, Murcia, Valencia y, como no, desde Madrid. Sin embargo, muchos de estos clientes son fijos de las casas y no han cancelado sus viajes, sino que solo los han aplazado para los próximos meses. El Mirador del Valle se divide en tres casas con  14 plazas que cuentan con la ventaja de ser completamente independientes, lo que permite a los clientes no estar en contacto en ningún momento. «Los clientes nos han dicho que vendrán, pero de momento no tenemos fecha. Sería una irresponsabilidad por nuestra parte y por la suya fijar una fecha concreta ya porque dependerá de cómo vaya evolucionando la situación». 
Calcula que «con seguridad» será a partir del mes de julio cuando la actividad vuelva a una cierta normalidad. Por ahora, las pérdidas son cuantiosas, ya que tanto la Semana Santa como la festividad del 23 de abril se han ido.  

 

María Ángeles García / Casa Rural Hansel y Gretel (Pedrosa del Rey)

«Nos hemos venido a vivir mi hija y yo. Al menos así aprovechamos la casa»

María Ángeles García tuvo la oportunidad de alquilar la casa por un tiempo prolongado al principio del confinamiento, pero? no fue posible. «Me llamaron unas personas que se dedican a las abejas y me dijeron que querían la casa, pero enseguida la Guardia Civil me informó de que no podía hacerlo». Fue entonces cuando decidió trasladarse a vivir a la casa al ver la imposibilidad de alquilarla. «Ahora que se puede salir a la calle, con los caminos que hay en el pueblo, estamos encantadas». 
María Ángeles está recibiendo una pequeña ayuda para paliar la pérdida de ingresos y también ha dejado de pagar la cuota de autónomos. «Al menos ayuda a ir pagando todos los gastos de la casa». Está aprovechando para hacer pequeñas modificaciones en el mobiliario para adecentar la vivienda todo lo posible de cara al futuro. 
Lo malo es que no sabe «nada de nada» sobre las posibilidad de abrir de nuevo la agenda a sus clientes. «Estamos muy cerca de Toro y allí está habiendo muchos contagios en los últimos días y no sé si podremos abrir».