Cuatro mediadores actuarán en 29 de octubre y Las Viudas

M.R.I.
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El proyecto para mejorar la integración social contempla la contratación de expertos en mediación. También se estudia poner en marcha una mesa de convivencia

Cuatro mediadores actuarán en 29 de octubre y Las Viudas - Foto: Jonathan Tajes

El plan social del Ayuntamiento de Valladolid para conseguir mejorar la convivencia en las barriadas de 29 de octubre y Las Viudas incluye la contratación de cuatro mediadores especializados. En concreto, en el presupuesto municipal para el próximo año se destinarán unos 350.000 euros para la incorporación de siete personas, entre las que figuran estos cuatro mediadores, en el área nuevo área de Mediación Comunitaria, dirigida por Carmen Jiménez, pero dependiente de la Concejalía de Servicios Sociales.

Este grupo de técnicos será el encargado de ejecutar el plan municipal para mejorar la convivencia, que parte del trabajo que ya están desarrollando en la zona las organizaciones sociales, gracias a distintos convenios con el Ayuntamiento, y los propios técnicos municipales, tanto desde los centros de Acción Social (Ceas) como desde la Sociedad Municipal de Suelo y Vivienda (VIVA). 

El planteamiento del equipo de Gobierno es «apostar» por la mediación en estos dos núcleos de pobreza, ya que según los estudios del INE están entre el 1% de las barriadas más pobres del país. Un plan social que se acompaña e una intervención urbanística para acabar con las situaciones de infravivienda y zonas comunes deterioradas. «Vamos a hacer una apuesta por romper estas bolsas de pobreza. Una ciudad como Valladolid no puede permitir que se enquiste este problema», apunta la concejala de Servicios Sociales, Rafaela Romero. De hecho, este es el objetivo del mandato, según ella misma ratifica.

Los cuatro mediadores, que comenzarán a trabajar el próximo año, estarán específicamente formados para esta labor. Se pretende que con su presencia «se supere» el modelo de los mediadores de etnia gitana. «Este modelo  era necesario pero ahora hay que dar un paso más», apunta la edil. Eso sí, explica que los nuevos técnicos deben estar «formados», y que pueden ser gitanos o no, igual que considera que también hace falta que esta figura se extienda a las comunidades de otras nacionalidades con importante presencia en la zona, como la marroquí.

Estos mediadores reforzarán el trabajo que ya desarrollan dos educadores en Las Viudas y otro en 29 de octubre. Además, hay en marcha otras iniciativas, como la constitución de los consejos sociales de ambos barrios, pero Romero lamenta que solo en Las Delicias se ha firmado el compromiso para ponerlo en marcha, ya que en Pajarillos entienden que esto pueda «fagocitar» el movimiento social que ha surgido entorno a Red Pajarillos. 

participación. Ante estas reticencias, la concejala se compromete a  «revisar» el funcionamiento de los consejos sociales. «Están surgiendo otras maneras de participar y tenemos que adaptarnos a las nuevas demandas sociales», detalla. En este sentido se plantea constituir una mesa de convivencia en Pajarillos, aunque desde el Ayuntamiento se pide tiempo a los colectivos integrantes de Red Pajarillos. «Todo esto necesita dotación económica y tenemos que aprobar los presupuestos».

La Concejalía está trabajando con este colectivo  y diseñando la intervención que se realizará en el barrio, no solo en la zona del 29 de octubre, que tendrá su tratamiento específico, acompañado la rehabilitación de las viviendas. «El plan social tiene que partir del trabajo de las organizaciones para ir desarrollando la participación y dotarla de recursos», explica Romero.

En este sentido, desde el Ayuntamiento se mira a la Junta de Castilla y León para pedir más dinero para esta intervención social. Reclaman al Gobierno regional que se desarrollen los servicios que están en el catálogo de servicios sociales relacionados con la prevención y la animación comunitaria.  «La Junta hace un diseño focalizado en el trabajo de casos individuales, pero hay una demanda social  que obliga a destinar personal de animación a trabajo comunitario», replica la concejala. 

Seguridad. Otra de las reclamaciones ciudadanas que llegan al Ayuntamiento es la petición de más seguridad en el entorno de ambas barriadas. De hecho, en el Pleno de esta semana el Partido Popular preguntó al equipo de Gobierno por las medidas que se habían tomado  «para mejorar la seguridad y evitar situaciones como las acontecidas en el entorno de la parroquia de San Ignacio de Loyola», donde se produjo un enfrentamiento con el párroco que necesitó la intervención policial. La respuesta fue que se ha incrementado la presencia policial. «La Policía Municipal del distrito está muy implicada, conoce a la gente y está en contacto directo con los mediadores de etnia gitana», añade Romero.

En este sentido, el plan social apuesta por aplicar la «mediación» para evitar que la concentración de familias en riesgo de exclusión social, con un notable incremento de inmigrantes sin recursos, pero también la presencia de grupos vinculados al narcotráfico, en un polígono residencial de 580 viviendas siga generando situaciones de este tipo. «Estamos en el camino. Es un proceso lento, pero se transformará», pronostica Romero.