Pilar del Olmo se reafirma en sus declaraciones de este lunes en RNE donde habla de la "falta de respeto" y el "desgaste" que motiva la falta de apoyo del partido provincial al grupo municipal en el Ayuntamiento. Este miércoles ha explicado el origen de esa quiebra que motiva el disgusto del grupo en el Ayuntamiento por la "falta de reconocimiento a su trabajo". De hecho, la 'popular' reconoció que es algo que comenzó en el momento de confeccionar las listas de su candidatura, un liderazgo que recordó ella no buscó y que fue el partido el que le pidió que fuera candidata. Algo que  ahora no aceptaría:   "¡Tal y como está hoy el PP en Valladolid, aunque me ofrecieran ser candidata no lo iba a aceptar!".

CRÍTICAS POR DETRÁS

Del Olmo recuerda que los resultados del PP fueron malos en la provincia, pero que su lista sacó 5.000 votos más que las otras dos. Algo que no acabó con el cuestionamiento interno del grupo municipal y de su trabajo. "Se ha dicho que no conocíamos la realidad de Valladolid, cuando en esta lista hay concejales de otras  etapas. "Se critica mucho por detrás, pero nadie me ha llamado para darme instrucciones para hacer las cosas mejor. Nunca me han dicho a la car que no me gusta ", reitera. Y pone como ejemplo lo sucedido en la última reunión de la Junta Directiva en Zaratán donde se reconoció el esfuerzo provincial de todos, "hasta del conserje que abrió la puerta, menos el nuestro·. Y describe como se fijan unos objetivos para el grupo, que recalca son en los que lleva trabajando varios meses.

El malestar es tal que Del Olmo ha asegurado que en estas condiciones no repetirá como candidata, pero que se mantendrá en su cargo hasta el final del mandato porque se lo debe todo al PP. Por eso ha agradecido el apoyo al presidente y secretario general regional, que saben su renuncia a muchas cosas para aceptar ser la candidata en Valladolid. "Voy a trabajar hasta el último día. Cumplo lo que digo porque quiero que Puente no siga de alcalde".

REUNIÓN

Uno de los motivos de estas discrepancias lo coloca en la falta de diálogo. Reconoce que ayer tuvo una conversación informal con Íscar, pero que en breve tendrán una reunión. "Esperaba más de él. Habíamos tenido muchas conversaciones antes y me siento decepcionada porque no ha habido un cambio a mejor". Una decepción que asegura todo el grupo municipal, parte del cual la acompañó en la rueda de prensa. La presidenta tampoco ha hablado con la secretaria general del PP, Mercedes Cantalapiedra, pero advierte que si no se promueve una reunión, ella no pedirá un audiencia.

Una divergencias que se hacen públicas justo en la semana que el partido celebra su Convención Nacional, que ayer pasó por Valladolid, y que llegará a Valencia el domingo para dar una imagen de unidad, aunque haga falta un poco más de pegamento