¿Qué balance hace de estas cuatro décadas de municipalismo?

1976, Ley para la Reforma Política. 1977, primeras elecciones democráticas y pactos de La Moncloa. 1978, Constitución Española. 1979, 3 de abril, primeras elecciones locales democráticas. Esa fecha supuso el cierre de ese círculo virtuoso lleno de magia que hicimos en aquel entonces todos los españoles. Yo tenía 15 años y no puedo si no que estar agradecido a todos y cada uno de los concejales y los alcaldes que salieron elegidos ese día porque fueron la primera escuela de alcaldes democráticos a los que han ido sucediendo a lo largo de estos años tantas hornadas de políticos, que han ido haciendo España en democracia, en libertad, progreso y justicia.

Los alcaldes afrontaron la puesta al día de sus municipios sin la financiación adecuada. ¿Es el único reto pendiente del municipalismo?

Las necesidades no son iguales a las de hoy. Antes estaban relacionadas con las infraestructuras y los servicios básicos. Hoy podemos decir que eso está logrado, pero seguimos trabajando es en la prestación de servicios a nuestros vecinos, los hombres y mujeres de nuestros pueblos. Hoy la demanda que aglutina el compendio de necesidades del ámbito local es la financiación, tanto estatal como autonómica. Debe ser clara, estar determinada y ser suficiente, además de justa. Después de 40 años seguimos sin tenerla y es muy importante. Cuatro décadas parece ya un tiempo suficiente para haberlo acometido. Podemos exigir que tanto el Estado como la Comunidad Autónoma se incorpore a los planes provinciales, pero la clave es la financiación. Hoy las administraciones locales son prestadoras de servicios, principalmente de carácter social, al conjunto de los vecinos  de nuestros pueblos.

¿Es también el momento para defender el papel de las diputaciones en el municipalismo que algunos partidos han puesto en cuestión?

Esta fecha es de fiesta. 40 años es una fecha redonda y estamos hablando de democracia. Además, es una fecha de reconocimiento de la labor ingente que han llevado todos nuestros concejales y alcaldes. También es fecha para reivindicar y para poner de relieve el fundamental papel que vienen realizando las diputaciones provinciales en aras a prestar la debida asistencia, sobre todo, a los municipios más pequeños. Algunos partidos siguen, a día de hoy, en esa idea de que las diputaciones provinciales tienen que desaparecer. Yo soy un convencido de que lo dicen porque desconocen la labor que realizan, las necesidades de los municipios pequeños y como la solución de las mismas se encauza, en muchos casos, gracias a la labor de las diputaciones mediante la asistencia técnica, económica o el conjunto de servicios que desde la institución se les presta.

¿Y es una fecha para reivindicar el papel de la política como servicio público? ¿Afecta la desafección de la política al ámbito municipal?

Es una fecha para reivindicar el papel que realizan los políticos y la política. Alguien se imagina que ahora el arco político actual tuviera que construir ese círculo virtuoso, lleno de magia, al que me refería al principio, durante los años 76 al 79. A mí se me antoja de imposible cumplimiento en estos momentos. Por tanto, es un momento para reivindicar la labor que hacen los políticos, pero también que necesitamos políticos de altura, de mira alta, para sacar a este país de los verdaderos problemas que tenemos. El primero de todos ellos es el problema territorial y el problema catalán. Por tanto, hay que le una adecuada respuesta y eso solo se puede hacer desde la altura de mira política y desde un arco parlamentario fuerte que lo permita.