Fernando Lussón

COLABORACIÓN

Fernando Lussón

Periodista


Un balance positivo de la FAS

07/01/2022

Los discursos de la Pascua Militar pronunciados por el rey Felipe VI y la ministra de Defensa, Margarita Robles, están pegados tanto al balance del año que ha pasado como a las previsiones y necesidades de los Ejércitos para el presente y ligado a los acontecimientos ocurridos, en los que la presencia y actividad de los miembros de las Fuerzas Armadas han sido destacadas. El recuerdo del rey a las víctimas del terrorismo de ETA está relacionado con el décimo año desde que la banda terrorista abandonara definitivamente las armas y dejara de matar y extorsionar estuvo acompañado de una mención a su fortaleza y altura moral.  

Cualquier apreciación sobre la memoria y la dignidad de las víctimas de ETA cómo la realizada por Felipe VI es siempre necesaria y nunca sobra el reconocimiento para quienes pagaron con su vida el fortalecimiento de la democracia. Pero extrapolar sus palabras a la política diaria, entender que tienen relación con el hecho del acercamiento de los presos etarras a cárceles próximas al País Vasco, o que es una llamada de atención por el traspaso de las cárceles a la administración vasca es una interpretación interesada y es difícil que esa haya sido la intención del rey, con el reconocimiento de que han sido muchos los miembros de las Fuerzas Armadas y policiales las víctimas del terrorismo etarra.  

Como en otros años la valoración del rey a la actuación de los miembros de los Ejércitos ha tenido la doble dimensión civil y militar, con el elogio a la colaboración de los militares en la lucha contra la pandemia en las labores de apoyo a la vacunación y el rastreo de las infecciones, o su importante contribución ante la erupción del volcán de La Palma, inundaciones e incendios que se han sucedido a lo largo del año.  Y ante ello el rey destacó el reconocimiento de la sociedad española a su labor. Esa es "sin duda la mejor recompensa e implica aprecio y gratitud hacia vuestro trabajo y vuestros valores", dijo el rey, unas palabras complementadas con la apreciación de la ministra de Defensas que destacó que "Somos un país ejemplar: sanitarios entregados, ciudadanía solidaria y responsable con las vacunas, y los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas. Habéis sido ejemplares en esta lucha contra el covid".   

Pero, además, este año el Ejército tuvo una actuación ejemplar en la evacuación de los colaboradores afganos de los militares españoles durante el tiempo que más ha durado una intervención militar española en el exterior, y que junto al resto en las que participan militares españoles ponen de relieve que España es un socio fiable.  

Tanto el rey como la ministra de Defensa destacaron el hecho de que la cumbre de la OTAN se reunirá en Madrid el próximo mes de junio, -por segunda vez-, cuando se cumplen los cuarenta años de la entrada de España en la organización transatlántica, y se avecinan nuevos desafíos estratégicos a los que hacer frente en los próximos años, desde la situación en Ucrania a las amenazas rusas sobre los países bálticos con la participación de una misión española en las labores de disuasión. El rey no dejo de señalar que lo ocurrido en Afganistán debe mover a una amplia reflexión en el seno de la OTAN.